A pesar de haber coincido en la idea de comprar vacunas para combatir la epidemia del dengue, el vínculo entre el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y el gobernador bonaerense Axel Kicillof nunca fue el mejor. En las últimas horas, desde Capital Federal expusieron que la gestión de la provincia de Buenos Aires no se muestra “preocupado” por combatir la inseguridad en el Conurbano.
“No hay en la provincia de Buenos Aires una decisión política de enfrentar el delito. No veo un gobernador preocupado por esto. Este no es un tema que esté en la agenda del gobernador Kicillof, no es un tema del que él hable, hay mucha orfandad y un avance de bandas, de organizaciones, y de narcotráfico”, afirmó el alcalde porteño.
En ese sentido, el ex intendente bonaerense lamentó que doce de los últimos trece policías de la Ciudad fueron asesinados en la Provincia. “Eso demuestra lo que está pasando en la Provincia de Buenos Aires. Insisto, es un tema que me preocupa cómo podemos ayudar a que no nos maten a estos policías”, explicó.
Por ese motivo, Macri les recomendó a los policías que vuelvan a sus domicilios usando chalecos antibalas: “No los podemos obligar, pero sí les vamos a pedir que lleven los chalecos de vuelta a sus casas. A eso hemos llegado en el nivel de inseguridad que hay en la provincia de Buenos Aires”.
“Parece increíble que están todo el día acá (en la Ciudad) enfrentando el delito, enfrentando situaciones difíciles y complejas y después nos los matan yendo y viniendo de sus casas. No hay un destino inevitable que nos transforma en un lugar donde el delito se haga cargo de las calles, donde cualquier cosa pueda ocurrir”, lamentó.
Hasta el momento, no hubo una respuesta oficial de Kicillof sobre las declaraciones del jefe de Gobierno porteño. En su última aparición, durante la conferencia de prensa semanal, centró su discurso en criticar las medidas implementadas por Javier Milei y sus consecuencias en la población argentina.