Luego de que el papa Francisco criticara el panorama social del país, el gobierno de Javier Milei recibió un espaldarazo proveniente de la Capital Federal. Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, salió a defender a la gestión libertaria y dejó en claro que “uno tiene que estar acá” para opinar de la situación de Argentina.
“Tengo muy buena relación con muchos actores de la iglesia, pero para opinar de estas cosas uno tiene que estar acá, entender lo que está pasando, tener en cuenta todas las variables en juego y no hacer un reduccionismo de un hecho o escuchar una sola campana”, aseguró el ex intendente bonaerense.
Cabe señalar que el papa Francisco habló en su exposición semanal sobre el panorama del país y mencionó las protestas ocurridas afuera del Congreso en medio del debate para autorizar el veto de Milei a la movilidad jubilatoria.
“No tenían derecho a reclamar lo suyo porque eran revoltosos, comunistas... y el Gobierno se puso firme: en vez de pagar justicia social, pagó el gas pimienta. Les convenía. Ténganlo en cuenta”, lamentó el titular del Vaticano.
En esa línea, Macri insistió en que no busca entrar en una discusión con el Sumo Pontífice y pidió comprender que el país está atravesando una “situación compleja y difícil”. “Nos habíamos acostumbrado a convivir en el caos, a que cualquiera hacía lo que quería en cualquier momento”, recordó.
“Ahora, pasó de todo en la Argentina, y ¿ahora justo estos comentarios? Qué sé yo. Me duele, necesitamos salir para adelante. Tenemos un orgullo de tener un papa argentino y eso debería, más que dividirnos, ayudarnos más”, argumentó más tarde.