El Concejo Deliberante de General Pueyrredón fue protagonista de un tenso y polémico momento debido a la autorización para la cesión a una sociedad de fomento en el lugar que hoy se encuentra el Faro de la Memoria, un ex centro clandestino de detención de la ex Escuela de Suboficiales de Infantería Marina (ESIM).
En ese marco, remarcan que la entidad barrial cederá la explotación comercial a la empresa local la empresa Burbarrel SA, conocida por su producto insignia, el gin “Restinga”. En ese marco, la empresa tendría previsto abrir un bar en dicho terreno.
Esto generó la reacción de la oposición de General Pueyrredón, quienes manifestaron: “Un bar, no una plaza, ni un centro comunitario o un espacio para los vecinos. Un bar. Escuchamos un gran esfuerzo para fundamentar a cuantos metros se cometieron los crímenes más atroces en estas dos hectáreas en cuestión”.
Transformaron el expediente en una agrimensura de la tortura. Acá sí y acá no. Este lugar no era parte de un bosque encantado, era parte de un centro clandestino” lanzó Diego García, concejal de Unión por la Patria.
La iniciativa paso por las comisiones del cuerpo deliberativo y fue aprobado con 15 votos de Vamos Juntos (PRO), la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y La Libertad Avanza contra 9 votos de Unión por la Patria, el Frente Renovador y Acción Marplatense.
Por el lado del oficialismo que responde al intendente Guillermo Montenegro, Vamos Juntos, expresaron: “Poner en valor un espacio municipal, esto no es algo ideológico y así lo dicen las ordenanzas y leyes. Esto no tiene nada que ver con los derechos humanos”.