Axel Kicillof, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, mantiene un margen interesante en cuanto a las arcas provinciales, con un superávit cercano a los 690.000 millones de pesos, en gran parte, gracias a los ingresos corriente de la Provincia con distintos impuestos.
Los números de la Provincia mantienen unos ingresos totales de 8,1 billones de pesos, de los cuales 7,2 billones representan los gastos corrientes de la administración bonaerense, por lo que el saldo positivo recae en 922.179 millones de pesos, aunque con los gastos de capital hace que el número pase a 689.614 millones de pesos.
Los ingresos de la Provincia, provenientes de la suba de impuestos generada por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA), conducida por Cristian Girard, mostraron que aproximadamente 3 billones de pesos provinieron a partir de los impuestos a la ganancia y del IVA. Además, el impuesto sobre los ingresos brutos tuvo un aumento del 277%.
El impuesto automotor fue otro de los aumentos en el año realizado por la gestión Kicillof, el cual alcanzó una suba del 280%. Sin embargo, el impuesto inmobiliario mostró una caída del 78,6% en mayo, respecto al mes de abril, consecuencia de los vencimientos del último mes.
Pese a las discusiones entre el gobierno de Kicillof con el Ejecutivo Nacional, encabezado por Javier Milei, desde la Provincia resaltan la positividad del momento que atraviesan las arcas bonaerenses, aunque continuan con las críticas a Nación por la quita de fondos.
Respecto a los fondos que el gobierno de Kicillof le reclama a Milei, desde Provincia estiman que los mismos, sumado a las deudas directas de Nación, ascienden a una cifra cercana a 1,2 billones de pesos más con los que aún no cuenta el Ejecutivo bonaerense.