Alak llevará a la justicia la causa de los ataúdes y cuerpos humanos abandonados en el Cementerio

Julio Alak, intendente de La Plata, se mostró en el cementerio municipal después de realizar el hallazgo de ataúdes y restos humanos abandonados. El jefe comunal y ex ministro de Justicia bonaerense estuvo junto a Alejandro Incháurregui, Director de Personas Desaparecidas de la Provincia.

En las últimas horas se encontraron más de 500 ataúdes abandonados y 200 bolsas con restos humanos en el lugar, después de una auditoría realizada por el Municipio y la Dirección Provincial de Registro de Personas Desaparecidas del Ministerio de Seguridad bonaerense.

Ambas autoridades municipales anticiparon que realizarán un avance en los registros de los féretros y restos óseos encontrados sin su correspondiente identificación, además de que enviarán documentación a la Justicia para esclarecer los hechos y llevar a cabo las medidas correspondientes.

Después de realizarse los avances sobre los registros correspondientes, el Ejecutivo de La Plata buscará implementar un programa de inhumación de los restos, atendiendo a la dignidad que les es inherente por su condición de los seres humanos que fueron.

La Plata confirmó que brindará colaboración con la justicia actuante, aportando todos los elementos necesarios a la fiscalía interviniente en pos de que pueda avanzar en la investigación y esclarecer los hechos y las responsabilidades del caso. 

Cabe resaltar que en el cementerio se hallaron féretros cerrados, por lo que aún no se determinó qué hay en su interior, y restos óseos en bolsas que son propias de personas que estuvieron inhumadas en tierra.

En este marco, se iniciará un trabajo exhaustivo en cada depósito, separando los cajones para encontrar información específica que permita realizar los procedimientos tendientes a establecer el lugar de inhumación original. Una vez finalizado este proceso, se procederá a la reinhumación de los restos.

A partir del relevamiento, se encontraron bolsas de residuos negras con huesos humanos y féretros apilados unos sobre otros sin identificación en cuatro depósitos del cementerio que no eran morgues ni estaban destinados a la conservación de cadáveres o restos de personas, en muy mal estado de conservación y limpieza.

En el panteón denominado “Protectora” se hallaron 16 cajones de madera con una protección interior metálica, lo cual denota que su procedencia pudo ser de una bóveda o de un nicho. Los mismos carecían de las identificaciones correspondientes. En el lugar había un olor fuerte y nauseabundo, además de féretros en el piso con agua estancada.