El día después del estallido: sin Macri como socio, en la UCR empiezan a vislumbrar el camino de la “reconstrucción”

La partida de defunción de Juntos por el Cambio -anticipada por CRONOS horas después de que se confirmara el fracaso electoral de Patricia Bullrich- se oficializó 72 horas después de los comicios generales, a través del solitario pacto de Mauricio Macri con Javier Milei, que hizo estallar en mil pedazos la coalición política fundada en 2015.

Generó asombro la forma en que Macri y Bullrich se lanzaron de cabeza a los brazos de Milei - ni siquiera fue una posición conjunta del PRO-, cuando en las distintas fuerzas de Juntos por el Cambio aún digerían la derrota electoral que los llevó a perder bancas legislativas e intendencias en la provincia de Buenos Aires.

El respaldo explícito de Macri al libertario fue el detonante y en la UCR estallaron de furia. Se multiplicaron las voces del radicalismo para remarcar, una y otra vez, que “el límite es Milei”.

En cada aparición pública, el candidato de La Libertad Avanza aprovecha para insultar y defenestrar al radicalismo y sus principios. Hasta llegó a decir que en su casa tenía un muñeco con la cara de Raúl Alfonsín para “cagarlo a trompadas”.

Trillada es la frase que habla de oportunidades detrás de una crisis, pero en esta coyuntura no sería la excepción. Al pronunciamiento oficial llamando a la “neutralidad” en la segunda vuelta, en la UCR empiezan a desandar el camino de la “reconstrucción” en la nueva era.

En los papeles, la alianza política de Juntos por el Cambio sigue existiendo. En el Congreso, la figura de interblobloque y en la Legislatura provincial, bajo el sello Juntos. Restará que los órganos partidarios de cada fuerza resuelvan la ruptura. En el caso del radicalismo, deberá convocarse a la Convención Nacional. 

Detrás de la furia exteriorizada, en el radicalismo bonaerense mostraron cautela, observando el devenir de los hechos. Es que en la dirigencia boina blanca, según pudo averiguar este medio, observan la implosión nacional de Juntos por el Cambio como la oportunidad para comenzar a sentar las bases de una nueva oposición durante los próximos dos años.

Justifican esa tesis en el interesante número de bancas que tendrán en el parlamento. Durante el último tiempo, las tensiones con el PRO por los sucesivos coqueteos con Milei eran indisimulables. Por eso, el “inconsulto” pacto de Macri con Milei motivó sensaciones encontradas.

“Reconstruir es el desafío”, consignaron desde el radicalismo. Barajar y dar de nuevo para afrontar la próxima etapa a partir del 10 de diciembre. Antes que eso, habrá que elegir al próximo presidente de los argentinos.

Por Nicolás S. Alonso