La mañana del jueves tres delincuentes en una lujosa vivienda del partido de Morón. Alrededor de las 10:45 sorprendieron a dos obreros, que realizaban mejoras en la seguridad de los portones eléctricos del garaje, y mediante amenazas con armas de fuego los obligaron a ingresar a la finca ubicada en la calle Machado al 3500, en Castelar norte.
En el interior de la casa que cuenta con 16 cámaras de vigilancia, cerco electrificado y alambre concertina, se encontraban los hijos de los propietarios: Ramiro y su hermana melliza de 19 años.
Uno de los delincuentes, el más violento y que usaba un "sombrero Panamá", interceptó al muchacho cuando bajaba por la escalera que, en el primer piso, tiene una puerta blindada.
El sujeto amedrentó al muchacho con algunas trompadas y patadas, lo encañonó y le exigió que le entregue los dólares y las joyas.
El chico no se resistió, lo llevó al dormitorio de los padres y abrió la caja fuerte donde la familia guardaba una importante suma en pesos y algunos miles de dólares.
Al mismo tiempo un cómplice fue a buscar a la chica que estudiaba en su cuarto y de los pelos la llevó a donde estaba su hermano Ramiro. El tercer ladrón hizo lo mismo con los dos trabajadores y los obligó a tirarse al piso.
Luego de juntar el dinero en efectivo, también costosos relojes y algunas alhajas de oro, los hampones les sacaron los teléfonos celulares a las víctimas y las encerraron en un vestidor.
"Estuvieron alrededor de cinco minutos y se escaparon en la Hyundai Tucson en la que llegaron y en la que los esperaba el cuarto integrante de la banda", contó Pablo I., el médico dueño de la casa. "Uno de ellos fue muy violento pero por suerte no lastimaron a mis hijos", detalló el hombre.

Además de las múltiples medidas de seguridad que hacen de la casa una fortaleza, la familia tenía una suplementaria que preveía una situación como la que les tocó vivir.
"El dinero que se llevaron estaba preparado para entregarlo en un hecho como este, si encuentran plata se van rápido, si no encuentran nada se quedan más tiempo y el escenario es más peligroso", detalló el médico.
Seguros de que los ladrones habían abandonado la casa, los hermanos se comunicaron con Pablo y su esposa Araceli a través de una computadora. "Les sacaron los teléfonos y estaban encerrados, por ello nos mandaron mails y nos pidieron que volvamos a casa porque les habían robado", indicó el padre.
El matrimonio llegó en pocos minutos y al mismo tiempo que los móviles del Comando de Patrullas de Morón. "La policía se comportó muy bien y de inmediato iniciaron la búsqueda de la camioneta y de los delincuentes, pero hasta el momento no hubo novedades", comentó Pablo.
Como informó CRONOS la tarde de ayer, la investigación la lleva adelante la Dra. Silvana Bonini, a cargo de la UFI Nro. 1 de Morón, la DDI de Morón y la Comisaría 7ma. de Castelar.