Tanto el gobernador Axel Kicillof como sus retadores por la oposición, Néstor Grindetti y Carolina Píparo, ingresaron a un tramo de la campaña donde buscan ganar apoyos mientras buscan exponer las debilidades de sus oponentes, en esta competencia por el liderazgo de la provincia de Buenos Aires.
Mientras el gobernador y candidato por el oficialismo está determinado a mejorar su desempeño electoral y sugiere que sus competidores podrían aplicar políticas de ajuste en el distrito, Grindetti se enfoca en los que no fueron a votar, remarcando la falta de equipos experimentados en gestión estatal de la diputada y candidata de La Libertad Avanza, quien a su vez recorre el conurbano y aprovecha para comparar a Juntos con el kirchnerismo.
Este juego de tres para una sola silla en la Provincia, en espejo a lo que sucede en Nación entre Sergio Massa, Patricia Bullrich y Javier Milei, seguramente se tornará más áspero a medida que se acerque octubre. Sobre todo porque en la elección bonaerense se define por un voto, no hay revancha para nadie.
A nivel presidencial, en tanto, se supone que en las elecciones generales más que un ganador, se decantará un perdedor, quedando sólo dos para la gran final de noviembre.
En el campamento de Grindetti la principal preocupación pasa por aumentar la base de apoyo para la cita electoral, concentrándose en los que no fueron a votar y en quienes sufragaron en blanco, que si bien no fue un número masivo, fue de consideración.
Desde el búnker amarillo consideran que el peronismo unido tuvo un mal desempeño en las PASO, que Kicillof perdió dos millones de votos respecto a 2019 y que JxC está cerca de alcanzarlo.
Por su parte, para Píparo la estrategia estará centrada principalmente en el Gran Buenos Aires, La Plata y las ciudades importantes del interior bonaerense. Irá colgada de Milei y en su dura crítica a JxC, de la que formó parte y desde donde ingresó a la política, argumentando discursivamente que se convirtió en una nueva versión del kirchnerismo.
En Juntos, dicen, la campaña empezó ahora. Los primeros días posteriores a las PASO del 13 de agosto fueron de amalgamiento interno, de reunir los pedazos de la interna y de enfocarse con un discurso unificado.
Grindetti se mostrará con Bullrich, sumando a los candidatos territoriales. En una especie de campaña paralela se pondrán en acción otros actores de la coalición, sobre todo los que poseen territorio y tienen influencias seccionales, como es el caso del titular del radicalismo, Maximiliano Abad.
Se sabe, la UCR maneja muchos distritos del interior bonaerense. En el conurbano las figuras seguramente serán las del aparato del PRO, con mayor presencia en esos lugares.
Grindetti -que tiene el respaldo de los halcones- buscará sacarle votos a los libertarios apelando al “voto útil”, al mismo tiempo que tratará de polarizar con Kicillof y el kirchnerismo. Misma estrategia usarán en LLA. La idea en el espacio de Milei es polarizar con Sergio Massa en Nación, y con Kicillof en la provincia.
Dentro de la Gobernación de calle 6 se señala que el mandatario pretende alcanzar un objetivo doble: ganar su reelección y al mismo tiempo traccionar votos desde la Provincia para empujar a Massa al balotaje.
Por eso, no pocos desde el anillo legislativo bonaerense le endilgan a la dirigencia opositora estar haciendo “aprovechamiento política” de la tremenda crisis económica que golpea la billetera social y de la inseguridad en el Gran Buenos Aires.
Se sabe que la coyuntura en términos electorales no será un agradable camino para el oficialismo. “Es hora de empezar a mostrar gestión política y recuperar terreno perdido”, se admite desde el entorno gubernativo.
Además, Kicillof buscará recuperar para Unión por la Patria el voto joven que siempre fue un fuerte eslabón dentro de la estructura de La Cámpora pero que se le escurrió hacia la opción libertaria. No es casual tampoco que el gobernador haya decidido compartir una mateada con estudiantes universitarios y militantes K en las diagonales.
El manual de la política enseña que es muy difícil ganar la elección presidencial si no se gana en la provincia de Buenos Aires. Por eso, el mandamás de calle 6 sigue empujando el lápiz y hace cálculos electorales ante la liga de intendentes peronistas y candidatos distritales, quienes, más allá de las cuestiones locales, deberán trabajar fuertemente para que el tigrense quede en condiciones de competir en la segunda vuelta.
En resumen, de lo que se trata es de defender la boleta electoral completa de UxP para fortalecer la figura de Massa."El que sueña solo, sólo sueña; pero el que sueña con otros hace la historia”, como recitaba aquella recordada frase del exgobernador Antonio Cafiero.
De todos modos, los mensajes anti casta de los libertarios -expresión que suele utilizar Milei para descalificar a los políticos tradicionales-ante el electorado bonaerense siguen inquietando los laboratorios políticos del oficialismo y de JxC.
Ambos espacios comienzan a advertir desde sus discursos sobre los posibles “costos sociales” que tendría para la población un hipotético gobierno de La Libertad Avanza.
“No necesitamos que nadie venga con la motosierra (en obvia alusión a Milei) a terminar con las obras públicas y dinamitar los programas de vivienda", remarcó Kicillof.
"Al contrario, se requiere seguir construyendo escuelas y viviendas, invirtiendo en el puerto bahiense y en todas las obras que le permitan seguir creciendo y desarrollarse”, deslizó -palabras más, palabras menos- días atrás el gobernador, cuando desembarcó en Bahía Blanca.
Por Ricardo Salas
Fuente: lanueva.com