Fin de semana salvaje: durante el robo de autos, dos niños y una adolescente quedaron en la línea de fuego

Las últimas 48 horas en la localidad de San Justo, partido de La Matanza, estuvieron cargadas de violencia. Con la policía fuera del juego por falta de hombres, de suministros y una verdadera conducción; pequeñas bandas de ladrones protagonizaron terribles raídes en los que pusieron en riesgo la vida de niños y jóvenes. En esta ocasión y en los que fueron eternos segundos para las víctimas, sustrajeron dos vehículos a punta de pistola.

En pocos días Aldo será sometido a una operación de corazón y el sábado invitó a la familia a pasar la tarde juntos. Con las hijas y la nieta salió a merendar, pasó un grato momento, pero al regresar al hogar, ubicado en la calle Pampa al 4000, en Villa Constructora, todo cambió por miedo y desesperación.  

"Llegamos a las 19:40 y como hago siempre, bajé rápido de la camioneta", relató Cielo. "Mi hermana estacionó y se quedó con mi papá buscando unos papeles en el habitáculo, mi sobrina de 14 años dormía en el asiento de atrás", agregó.

Padre e hija buscaban documentación personal que Aldo deberá presentar en la clínica y antes de la intervención. En eso estaban cuando un auto marca Chevrolet, con cinco delincuentes a bordo, frenó delante de la Renault Sandero que la familia compró 0 km hace un mes.

Cuatro sujetos descendieron a toda velocidad y uno de ellos, arma en mano, amenazó a Aldo que estaba en el asiento del conductor. Segundos después, junto a un cómplice y de manera violenta, lo arrojó al pavimento.

"Mi hermana estaba parada al lado de la puerta y comenzó a gritar aterrorizada, el ladrón que se abalanzó sobre ella la tomó de los pelos para que se calle", aseguró Cielo.

La joven que estaba dentro de la casa le relató a CRONOS lo que no quedó registrado por la cámara de vigilancia privada.

"Lo que pasó del lado derecho de la camioneta no se ve y fue terrible. Mi hermana no paraba de gritar porque no podía bajar a la nena de la camioneta, se le habían trabado los pies y tenía medio cuerpo sobre la vereda", contó la joven. "Tres ladrones ya se habían subido y, con la Sandero en marcha, estaban listos para escapar. La liberó en el último instante y la nena pudo correr hacia la esquina de la calle Parral", agregó.

El robo, como se puede ver en el video que acompaña esta nota, se concretó en 16 segundos, toda una vida para la familia.

"Estaba dentro de la casa cuando escuché los gritos, me asomé y vi lo que estaba pasando. Busqué el pulsador de la alarma vecinal y te aseguró que los aullidos de mi hermana se escucharon más fuerte que la sirena", aseveró la joven aún angustiada por lo que les pasó. "Por un instante pensé en llamar a la policía pero, como no iban a llegar, no me importó que los ladrones estuvieran ahí y salí a la calle", indicó Cielo.

Los ladrones escaparon en los dos vehículos por la calle Montañeses y a la madrugada la Sandero apareció en la Villa Puerta de Hierro.

"Llamamos a la policía y de la Comisaría de San Alberto llegaron enseguida. La empresa de rastreo satelital ubicó la camioneta dentro del barrio Puerta de Hierro pero nos dijeron que ellos no podían entrar ahí", aseguró la muchacha consternada.

Los uniformados entraron a buscar la camioneta y luego de algunas horas la hallaron metida en una zanja.

"Le faltaban las cuatro ruedas y también la quinta que era la de auxilio, además tenía el parabrisas roto y creen que fue por un piedrazo", comentó Cielo. "Los policías nos avisaron que no se podían quedar mucho tiempo en esa zona porque era muy peligrosa para ellos, que teníamos que sacar la camioneta rápido, pero no conseguíamos al conductor de una grúa que se animara a entrar", añadió.

Además de la Sandero, los malvivientes se llevaron los imprescindibles documentos de Aldo y 300 pesos que tenía en la billetera.

"En esta calle hay muchos hechos de inseguridad, pero ¿qué le podes reclamar a la policía? No les dan ni las balas. Ellos y nuestros vecinos se portaron de la mejor manera, nos brindaron su colaboración desde el minuto uno, solo tenemos palabras de agradecimiento con todos", aseguró Cielo.

Domingo, tarde de fútbol y atraco

A menos de 3 kilómetros de la casa de Aldo, se produjo otro terrible robo de automotor. Un hombre y sus dos pequeños hijos estaban en calle Ambrosetti al 3100, en la intersección con la calle Alcaraz, cuando fue sorprendido por al menos tres delincuentes que se movilizaban en un Peugeot color negro.

Del asiento del acompañante descendió un sujeto con la cara cubierta, visera y una pistola con la que le apuntó a la cabeza. Con pasos rápidos llegó hasta el padre que aupaba a un pequeño bebé y que, sin oponer resistencia, estiró el brazo libre para entregar las llaves de su vehículo.

El malviviente no conforme con robar el auto y ayudado por un cómplice, bolsiqueó a la víctima en busca de la billetera y el teléfono celular.

A través de la luneta del rodado estacionado, el hijo mayor fue testigo del violento momento y, antes que los malvivientes se lo lleven, abandonó su posición y corrió hacia la vereda presa del pánico.

Instantes después los ladrones escaparon por la calle Alcaraz en dirección a la ruta 4, seguidos por la mirada de todos los chicos que en ese momento jugaban a la pelota en las canchas de fútbol de la esquina.