Dilema radical en la Provincia: Cómo apostar a ganador bajo el paraguas del PRO

Horas cruciales transita la Unión Cívica Radical en la provincia de Buenos Aires de cara a la conformación de alianzas electorales y, especialmente, la consagración de candidaturas. 

Mientras los socios del PRO –envueltos en una feroz interna partidaria- avanzaron con la definición de los dos postulantes a la Gobernación, los correligionarios todavía analizan el escenario y parecieran aferrarse a la cautela antes que dar un paso en falso. 

Lanzados en la carrera por el sillón de la Calle 6, las precandidaturas de los amarillos Diego Santilli y Néstor Grindetti obturan las pretensiones del jefe del radicalismo bonaerense Maximiliano Abad. 

El titular de la bancada de Juntos en la Legislatura provincial se había lanzado en enero de este año con un acto en Mar del Plata. “Un cambio radical” es el eslogan que todavía enarbola en cada aparición pública. Pero el escaso nivel de conocimiento y la baja intención de voto son un obstáculo y, en definitiva, un baño de realidad para Abad y para quienes anhelan un candidato boina blanca de pura cepa en la provincia después de 16 años. 

En el partido centenario son conscientes de esta situación. Según pudo saber CRONOS, el objetivo primordial es llegar “lo más fortalecidos posible a la negociación con el PRO”. 

A todo esto afloraron versiones en las últimas horas de una eventual precandidatura de Abad a la vicegobernación. De concretarse, se repetiría el esquema de 2015, cuando Daniel Salvador acompañó en la fórmula a María Eugenia Vidal. Expectantes y con cierta preocupación, aguardan los más de treinta intendentes del radicalismo, al igual que los legisladores provinciales. 

Los entretelones de la rosca frenética en el partido radical también tienen como protagonista al neurocientífico Facundo Manes, respaldado enfáticamente por la UCR bonaerense. 

Sin embargo, la exitosa estrategia de la campaña previa a las elecciones de medio término en 2021 no tiene su correlato en el contexto actual. De ser la figura taquillera que arrasó en el interior bonaerense, actualmente Manes se ve opacado por Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. 

A eso se suman los errores comunicacionales no forzados, como haber adelantado en redes sociales el anuncio de su precandidatura presidencial justo en el momento en que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner brindaba una entrevista después de seis años y batía récord de raiting en televisión por cable. 

Por si fuera poco, son conocidas las discrepancias con el saliente gobernador de Jujuy y titular de la UCR nacional Gerardo Morales, quien también está lanzado a la presidencia y mantiene un estrecho vínculo con Larreta, al punto tal punto que no se descarta una fórmula para llegar a la Casa Rosada. 

“Donde hay dos radicales, hay una interna”, reza la conocida frase que no pierde vigencia. El próximo 12 de junio, los correligionarios se darán cita para realizar la Convención partidaria y ratificar la pertenencia a Juntos por el Cambio. El cónclave será caja de resonancia de la puja interna por candidaturas. Salir del berenjenal sin resignar espacios de poder en la coalición y con la menor cantidad de heridos será el gran desafío boina blanca.

Por Nicolas S. Alonso