Intercedió en una discusión entre los padres y habría sido asesinado por el progenitor

En las últimas horas se conocieron algunos detalles de un lamentable drama familiar que le costó la vida a padre e hijo. Una discusión entre Joaquín Ramos, de 60 años, y su esposa Patricia Alejandra Belmonte, de 50, habría desencadenado el homicidio del hijo de la pareja, identificado como Leonardo Ramos, de 22, a manos del progenitor que luego se suicidó.

Todo ocurrió en la vivienda familiar ubicada en la calle Carhué al 2.200, entre Ecuador y Honduras, de la localidad de Libertad, en el partido de Merlo, y en un departamento deshabitado que Ramos había puesto en alquiler en la planta superior.

Según el relato que Belmonte les dio a los investigadores, la disputa con su marido sucedió en la noche del jueves y el motivo habría sido la violencia machista de la que era víctima y una golpiza que el hombre le propinó pocos días antes.

La discusión subió en temperatura y el hijo se interpuso, se puso del lado de la madre y le reprochó el accionar a Ramos. Ante esta situación el hombre abandonó la vivienda y se dirigió a la pieza deshabitada de la planta superior, ubicada en la misma unidad, seguido por el hijo que estaba muy enojado con él.

La mujer aseguró que no volvió a ver a su marido, que tenía un puesto de comida al paso sobre la avenida Bella Vista al 5.800, hasta la tarde del viernes, momento en que buscaba al hijo.  

Fuentes confiables informaron que Belmonte manifestó que, preocupada por la falta de noticias del muchacho que tenía retraso madurativo, decidió ir al departamento vacío y al mirar a través de la ventana se encontró con la escena del horror.  

"Su hijo estaba tirado en el piso, con al menos un impacto de bala en la cabeza, y a pocos metros, al fondo de la habitación, Ramos estaba ahorcado con un cable y colgado de otra ventana", detallaron fuentes policiales.  

La Fiscalía Nro. 4 de Morón, a cargo de la investigación, ordenó que se realicen las operaciones de autopsia a los cuerpos. Además, convocó a peritos de la Policía Científica que trabajaron varias horas en la escena del doble crimen, en busca de evidencias y cada detalle útil para dilucidar lo que había ocurrido y de qué manera.  

Voceros judiciales confirmaron que en el departamento se halló una pistola Bersa Thunder calibre .9 mm, tres vainas servidas y un plomo clavado en la suela de las ojotas de Joaquín Ramos. Además, dos orificios compatibles con disparos en una pared.

"El muchacho fue alcanzado por un proyectil con orificio de entrada a la altura de la oreja izquierda y salió por la derecha, pero hay que aguardar la autopsia", confirmaron fuentes con acceso al expediente. "La mujer reconoció que el arma de fuego era propiedad de su pareja, todo parece estar muy claro, pero hay que aguardar los resultados de todas las pericias", agregaron.