Explotaron los vecinos de Barracas: denuncian que un parador es una guarida de delincuentes

Barracas no está pasando por su mejor momento. La historia lo identifica como un barrio de clase media y tranquilo, sin noche, los lugares de reunión son las históricas pizzerías de Av. Montes de Oca y alguna moderna confitería o restó. Pero desde 2022 el escenario cambió y los vecinos apuntan al Centro de Inclusión Social (CIS), ubicado en Uspallata 831, a metros de la transitada avenida.

En el lugar funcionaba un refugio para ancianos pero el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires decidió darle un nuevo uso y lo habilitó como "parador" para hombres en situación de calle.

En octubre pasado la División Homicidios de la Policía Federal Argentina detuvo en el CIS a Christian Alejandro Matheu, quien se mantuvo prófugo de la Justicia durante siete meses y está acusado del asesinato de su pareja en la provincia de Córdoba.

"El parador en realidad es la cueva de Alí Baba, está lleno de adictos y ladrones, algunos tienen tobillera electrónica pero se pasean por el barrio con total libertad y sin que nadie los controle", aseguró Norberto.

En la reunión vecinal que se realizó el viernes a las 17 en la puerta de la Iglesia Santa Felicitas, en el cruce de las calles Isabel la Católica y Brandsen, las quejas estaban dirigidas a María Migliore, la Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad.

"Esa piba no sabe nada, fue desde la pollera de la mamá a la facultad y luego un puesto ejecutivo, todo el recorrido sin caminar las calles", indicó Gonzalo. "Habla de planes de seguridad para Rosario y no puede controlar a 30 chorros y faloperos en Barracas", agregó indignado.

Los videos que acompañan esta nota fueron aportados por los vecinos, quienes sostienen que esas escenas ocurren todos los días desde que funciona el CIS. "No podés caminar tranquilo, a toda hora te topas con estos tipos que te amenazan para que les des plata o directamente te asaltan", dijo Mauro.

Los moradores de las casas y edificios vecinos al parador, denunciaron que los hombres consumen estupefacientes en la calle y a la vista de todos. "Robaron en los edificios de la cuadra y hay edificios que la puerta de entrada ya no tiene picaportes", destacó Mónica. "Los negocios cierran más temprano porque hay miedo", agregó la abogada.

Centenares de vecinos firmaron el reclamo que harán llegar al Jefe de Gobierno y al de Jefe de Gabinete de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta y Felipe Miguel, en el que exigen que el parador sea trasladado y más presencia policial en las calles de la Comuna 4.

"Te paras en la esquina y los ves merodear, tocan timbres para conocer los movimientos de las viviendas e identificar las horas en las que pueden entrar a robar", aseguró Alan. "A la noche se meten en los garajes para llevarse bicicletas o lo que encuentren, también rompen los vidrios de los negocios que venden ropa y saquean las vidrieras", dijo el joven.