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Cronos Noticias » En Foco » 26 feb 2023 12:37

Armado de listas

Para la política, las elecciones están a la vuelta de la esquina

En plena búsqueda de seducir al electorado bonaerense, el gobernante Frente de Todos y la oposición de Juntos por el Cambio hace rato abrieron la puerta a distintas insinuaciones y posicionamientos políticos.


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En plena búsqueda de seducir al electorado bonaerense, el gobernante Frente de Todos y la oposición de Juntos por el Cambio hace rato abrieron la puerta a distintas insinuaciones y posicionamientos políticos.

En la coalición oficialista se multiplican los esfuerzos en el doble rol que deben llevar adelante ministros, funcionarios y dirigentes, por un lado, en la responsabilidad de la gestión y por el otro, en el armado electoral pensando en las PASO y en las generales de octubre de este año. Fechas que parecen lejanas pero que, para la agenda política, están a la vuelta de la esquina.

Atrás ya quedó el larguísimo fin de semana de carnaval que sólo sirvió para dejar más al descubierto la gran fractura que divide al propio Gobierno nacional. Por un lado, el kirchnerismo duro dispuesto a romper la “proscripción” contra Cristina de Kirchner y convencerla para que sea la próxima candidata presidencial del Frente de Todos -o quizás el destino le depare otros rumbos más vinculados a la provincia de Buenos Aires- y por el otro, aquellos que sienten la necesidad de activar un “plan B” por las dudas de que la vicepresidenta no cambie de opinión y mantenga su decisión inicial de no postularse en la boleta sábana de 2023.

En ámbito bonaerense aparecen los que quieren que Axel Kicillof vaya por la reelección y quienes aún tienen dudas si no es necesario que “juegue” en una eventual elección primaria presidencial entendiendo que el gobernador es quien mejor puede expresar el voto de CFK. Eso es lo que evalúan no pocos intendentes peronistas, que además necesitan una figura fuerte en la Provincia que traccione el mayor caudal de votos posible para ayudarlos a mantener sus comarcas.

En líneas generales, hasta ahora, el presidente Alberto Fernández parece no bajarse de su idea de una reelección y es candidato hasta que diga lo contrario. Con más o menos chances, su futuro estará ligado indefectiblemente al éxito económico que consiga, o no, el ministro Sergio Massa.

Y aquí se abren dos interrogantes: si le va mal al tigrense, está claro que las chances del Presidente se reducen al mínimo. Pero si le va bien a Massa, ¿no será el propio superministro quien tenga los mejores boletos para la carrera final? Parecería que, de una u otra manera, la suerte de Fernández está echada y que sus intentos reeleccionistas pasan más por un anhelo personal o por una estrategia de acumulación de poder, para que éste no se le escurra entre las manos antes de diciembre y en soledad.

Por las dudas, quien también se anotó, poniéndose “a disposición de que lo requieran”, fue el exgobernador Daniel Scioli, haciendo así un guiño al albertismo y de paso, también a Cristina, que ya lo eligió una vez para representar la boleta del peronismo K.

La política es un “juego de pícaros” subrayan en la Provincia. No solo es foto, marketing electoral o mensajes por redes sociales.

En los habituales laboratorios parlamentarios consideran que Kicillof puede imponerse en la elección bonaerense porque es el único candidato y quien mayor consenso tiene dentro del oficialismo mientras que el aparato opositor de JxC todavía tiene varios competidores por el principal sillón gubernamental de calle 6.

También Kicillof decidió retomar la discusión por la coparticipación, tras el fallo de la Corte Suprema que, según entiende, busca beneficiar al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en la pulseada presidencial. “Vamos a seguir luchando por los recursos que le corresponden a la provincia de Buenos Aires: la forma injusta en que se distribuye la coparticipación explica gran parte de la infraestructura -escolar, agua potable, trayectos viales y de déficit habitacional- que nos falta”, subraya el gobernador con cierto tono provocador ante la necesidad de invertir en obra pública en un período que contiene calendario electoral.

A pocos días de la Asamblea Legislativa, que abrirá de manera formal un nuevo período de sesiones en un año electoral, Kicillof buscará entrar con el pie derecho en el atardecer platense del 1° de marzo al recinto de la Cámara de Diputados y poder presentar el estado de la administración y exponer ante los legisladores bonaerenses algunas definiciones y objetivos para 2023.

El tradicional mensaje gubernamental llega en medio de un “fogón” donde el oficialismo se encuentra en plena etapa de ebullición por una oscura trama de infidelidades y discusiones domésticas, más todas las complejidades que implican gobernar la Nación y la Provincia frente a una coyuntura de crisis.

Juntos, por su parte, llega con un clima de interna inevitable. Los amarillos del macrismo y sus socios del radicalismo, sin la obligación de gestión del día a día, llegan más tranquilos. Menos los intendentes quienes sí juegan condicionados por el juego político, además de tener que ponerse al frente del mostrador cotidiano de reclamos vecinales. Por eso, en el frente interno la cosa no está tan fácil, mucho menos en términos de armado electoral.

En la UCR el panorama aparece estar un poco más claro, con candidato lanzado a la gobernación como lo es Maxi Abad, y a la espera de lo que se resuelva en Nación, y sobre todo, en la interna del PRO en la Provincia.

Por el lado de los intendentes amarillos, la principal preocupación es que la interna no se desborde en los territorios, complicando las elecciones locales. Por eso la figura de la Y griega quedo flotando como una de las posibilidades más viables para salvar las elecciones municipales.

Es decir, que un mismo candidato local pueda ir con más de un candidato a gobernador y/o presidente. Con ese sistema la acumulación es hacia debajo de la boleta, mientras que hasta ahora lo que ha primado siempre es la búsqueda de la acumulación hacia arriba.

Claro que este sistema es el ideal para los intendentes, pero habrá que ver qué piensan los dirigentes nacionales (el expresidente Mauricio Macri; el lanzado candidato presidencial Rodríguez Larreta; Patricia Bullrich y hasta la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal quien inauguró su propio bunker de campaña, pensando en su candidatura personal) que necesitan sumar voto por voto, igual que el postulante a gobernante de la Provincia, Diego Santilli.

Por Ricardo Salas.

Fuente lanueva.com

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