En el marco de la lectura de la sentencia a los 8 rugbiers acusados del asesinato a Fernando Báez Sosa en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal 1 de Dolores, uno de ellos, Maximo Thomsen, se descompensó en el momento en que le dictaban la sentencia de cadena perpetua.
Los jueces María Claudia Castro, Emiliano Lazzari y Christian Rabaia entendieron en un fallo unánime que Máximo Thomsen es uno de los cinco “coautores” del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”.
El ya nombrado Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matias Benicelli, Luciano Pertossi fueron condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio doblemente agravado por homicidio premeditación y alevosía en concurso real con lesiones leves.
Por su parte, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi recibieron penas de 15 años como partícipes secundarios del mismo delito.
Asimismo, el tribunal ordenó este mediodía que se investiguen a Juan Pedro Guarino y a Tomás Colazo por los delitos de falso testimonio.
Los jueces hicieron lugar al planteo de la fiscalía para que se extraigan copias de la causa y se inicie una investigación para establecer si los dos rugbiers que no fueron sometidos a juicio cometieron falso testimonio.
Vale recordar que durante el periodo de alegatos, Thomsen quebró en llanto al tomar el micrófono y pedir perdón, “estoy muy arrepentido. Siempre vamos a acatar lo que ustedes decidan”, sollozaba el condenado a prisión perpetua.
Sumado a que en los días previos a la instancia de lectura de la sentencia, Thomsen solicitó asistencia psicológica, la cual se llevó a cabo en la cárcel de Dolores.