Bestias: a tres años del asesinato de Fernando Báez Sosa, algunos no aprendieron nada

El juicio a los ocho jóvenes de Zarate que están acusados de asesinar a Fernando entró a la etapa de definición. A tres años del homicidio que ocurrió el 19 de enero de 2020 en Villa Gesell, este miércoles en varias ciudades se vieron misas y concentraciones organizadas para recordar al joven y exigir Justicia.

La muerte de Fernando puso bajo la lupa un problema que no es nuevo, pero que el paso del tiempo parece agigantar. La perdida de la joven vida en circunstancias tan ruines sensibilizó, pero parece que a pocos les enseño.

En las primeras horas de este domingo, en la intersección de las calles Balcarce y 25 de Mayo, en la ciudad de San Pedro, ocurrió un deja vu de la sangrienta noche de Villa Gesell del año 2020.

Una pelea entre dos hombres jóvenes, a la que se sumaron otros, fue grabada por ocasionales testigos con sus teléfonos celulares. En el video que dura poco más de 2 minutos, se pueden visualizar trompadas con una potencia digna de boxeadores profesionales o tremendas patadas que impulsarían una pelota de un arco a otro, en una cancha de fútbol 11.

En medio de los gritos de algunas chicas, que exigían que se detengan o buscaban hacerlos entender que tentaban a la muerte, varias personas parecían sentados en una cómoda silla del ringside, observaban como otros se mataban a trompadas sin atenerse a ninguna clase de reglas.

Al arribo de los efectivos policiales se produjo el esperable desbande de la mayoría de los participantes, sobre el final del video se puede observar a un uniformado correr tras un joven que, con un poco de mejor puntería, le habría arrancado la cabeza a otro que estaba en el piso.

La intervención de la policía resultó en la aprehensión de un muchacho de 28 años en el lugar, y la de otro de 19 cuando intentaba huir a la carrera por la calle Ituzaingó. También fue arrestada una chica, pareja de uno de los anteriores, por resistencia a la autoridad, cuando intentó agredir a una agente femenina.

Las razones que provocaron la violenta reyerta se ignoran, aunque a tres del asesinato de Fernando, ¿importan?