“Me mandé una cagada”: apuñaló a su ex pareja en la calle y luego se suicidó

Las imágenes son brutales, hielan la sangre, las sensaciones que provocan oscilan entre el horror y la furia contra el cobarde agresor.

La cámara de seguridad de un vecino captó el demencial hecho que ocurrió la tarde del miércoles alrededor de las 18:30, en el cruce de las calles Berón de Astrada y Curuzú Cuatiá, en El Palomar, partido de Morón.

Gabriela Ayala, de 55 años, lucha por mantenerse con vida en una cama del Hospital Posadas, luego de que su ex pareja, Santiago Román Frías, de 60, la apuñalara una decena de veces en el torso y la cara.

Testimonios de vecinos aseguran que alrededor de las 17:30 desde la casa de la mujer se escucharon discusiones, gritos y amenazas. Por circunstancias que hasta el momento se desconocen, el sujeto estaba muy violento en el interior de la vivienda.

Una hora después Ayala salió corriendo desde su casa perseguida por el hombre que portaba un cuchillo y la insultaba, la dramática escena acabó con la mujer tirada en el asfalto recibiendo al menos diez puñaladas en diferentes partes del cuerpo.

Luego del criminal ataque Román Frías abandonó la escena, se subió al Chevrolet Corsa que había estacionado en las inmediaciones y buscó refugio en la casa de un familiar.

Al mismo tiempo Ayala fue asistida por un vecino que de manera circunstancial pasó por el lugar, mientras otros denunciaban el sangriento hecho llamando al 911. La mujer fue trasladada al Hospital Posadas en gravísimo estado por una ambulancia del SAME.

En el nosocomio informaron que presentaba diversas heridas en el torso, cuello y brazos, “Su estado es grave debido a que tiene una arteria seriamente comprometida tras el ataque”, indicaron los voceros.

Al tomar conocimiento de lo ocurrido, efectivos policiales iniciaron las actuaciones y comenzaron la búsqueda del sujeto con la información aportada por testigos y conocidos de los involucrados. Pero las batidas en el domicilio y los lugares que frecuentaba el hombre dieron resultado negativo.

Luego de intentar asesinar a quien fuera su pareja, Román Frías se fue a la casa de un primo. Según voceros de la investigación, mientras tomaba mate con el familiar, el violento le habría confesado lo que acababa de hacer: “Me mandé una cagada”, le habría dicho.

El ocasional confesor le aconsejó que se entregue y Frías, luego de afirmar que lo iba a hacer, se suicidó por ahorcamiento.

Según conocidos de la víctima, el hombre siempre ejerció violencia machista contra la mujer y por esa razón, luego de separarse, ella solicitó una restricción perimetral que él no estuvo dispuesto a acatar.

El caso es investigado por el Dr. Hernán Moyano, a cargo de la UFI Nro. 12 del Departamento Judicial Morón especializada en hechos de Violencia de género, quien había ordenado el allanamiento en la casa de Román Frías, donde la policía habría encontrado una carta que informaba sobre su decisión de cometer suicidio.