En las últimas horas de este miércoles el Senado de la Nación aprobó y legalizó el Presupuesto 2023 que prevé un gasto global de casi $29 billones, un déficit fiscal de 1,9%, una pauta inflacionaria de 60% y destina el 70% de sus recursos a rubros sociales.
La iniciativa se aprobó gracias a los votos del Frente de Todos y de sus aliados dado que la oposición decidió no bajar al recinto en modo de protesta por la decisión del oficialismo de insistir con la postulación del rionegrino Martín Doñate para el Consejo de la Magistratura, en lugar del macrista Luis Juez.
El proyecto de Presupuesto 2023 fue aprobado por la Cámara de Diputados en los últimos días de octubre luego de una extensa sesión en la que el Frente de Todos logró sancionarlo con votos propios, de fuerzas provinciales y de legisladores del radicalismo encuadrados en Juntos por el Cambio.
En aquella reunión que se llevó a cabo entre el 25 de octubre y la madrugada del 26, el proyecto obtuvo 180 votos a favor, 22 votos en contra y 49 abstenciones, convirtiendose en el que mayor cantidad de respaldos obtuvo en la Cámara baja desde 2012 a la fecha.
Algunos de los puntos del Presupuesto 2023: el jefe de Gabinete puede readecuar partidas para que los gastos educativos no puedan ser menores a 1,33% del Producto Bruto Interno (PBI), blanqueo de capitales solo destinado a compras de viviendas usadas, elevaron impuestos internos de 6,5% a 9,5% a productos electrónicos producidos en Tierra del Fuego y se incluyó un artículo que obliga al Gobierno a corregir el Presupuesto si la recaudación o la inflación supera la meta prevista en un 10% al 31 de agosto próximo.