La oposición lo pide, Kicillof resiste: ¿Irá Berni a la Legislatura?

La presencia del titular de la cartera educativa Alberto Sileoni en Diputados – abrió la ronda de funcionarios- revitalizó una cámara en estado de parálisis, que no sesiona desde hace más de un mes y recién lo haría a mediados de noviembre, mientras una batería de proyectos aguarda tratamiento.

En medio de una exhaustiva y pormenorizada exposición sobre los recursos educativos y obras de infraestructura escolar para el próximo año, la oposición halló el contexto propicio para elevar una serie de reclamos, como era de suponer, que tienen a Kicillof como principal destinatario.

El primer pedido fue la presencia en el parlamento de todos los ministros del Gabinete provincial. Sin embargo, la proclama opositora se centra principalmente en uno de ellos: el siempre polémico Sergio Berni.

“Son muchos los que piden a Berni”, reconoció un legislador a CRONOS.  Un manifiesto que circula cada vez con más fuerza en los pasillos de la Casa de Leyes.

Desde el Ejecutivo evitaron definir de antemano un listado de los funcionarios que asistirán a defender el Presupuesto y la Ley Impositiva. En la oposición admiten la complejidad para que Berni concurra, pero aseveran que hay motivos de sobra para la presencia del ministro de Seguridad en la Legislatura.

En el ojo de la tormenta en más de una oportunidad, Berni fue sostenido por Kicillof –incluso en momentos de extrema complejidad, como a principios de octubre cuando la Policía bonaerense reprimió a los hinchas de Gimnasia en La Plata y el trágico saldo fue de una persona fallecida-.

A lo largo de tres años de gestión el desgaste ha sido palpable. Las incesantes críticas al presidente Alberto Fernández desde el inicio de gestión; la rebelión policial en septiembre de 2020 que derivó en un conflicto entre Nación y la Ciudad de Buenos Aires por la coparticipación; y la inseguridad en los distritos más poblados de la Provincia, que tensionó definitivamente la relación con los intendentes, son algunos de los episodios que erosionaron su figura y le valieron un sinnúmero de detractores, tanto externos como hacia el interior de la coalición oficialista.

Sin embargo, el respaldo de Kicillof a Berni –implícito por momentos- es contundente.

Los reiterados pedidos de interpelación en la Legislatura sucumbieron. No obstante, en el tramo final del año la coyuntura presupuestaria es entendida por más de un legislador de la oposición como la ocasión pertinente para volver a la carga y reclamar la presencia del máximo responsable de la seguridad en la provincia.

En el espectro opositor aguarda expectantes. Y en el oficialismo miran de reojo. Reconocen que “la solidez discursiva” de Berni es una fortaleza que le permitiría pararse sin problemas frente a las inquietudes de una oposición que lo espera con ansias.

Pero, en simultáneo, temen que en una hipotética reunión por temas presupuestarios, su estilo mordaz devenga en un efecto boomerang, derivando en fulminantes críticas hacia el Gobierno nacional y, en definitiva, hacia el interior del propio espacio. Y, mientras se pone en marcha el operativo “blindaje” en la provincia para el próximo año, lo que menos necesita el Frente de Todos en este momento es un nuevo foco de conflicto con Berni en el centro de la escena.