No cesa el conflicto de médicos residentes

Parece no encontrarse una solución al reclamo de los médicos residentes de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tras seis semanas y el sistema de atención sanitaria comenzará a saturarse si las negociaciones no llegan a buen puerto. A pesar de algunos acercamientos, la última propuesta ofrecida por el ministro de Salud de CABA, Fernán Quirós, estuvo bastante por debajo de la canasta básica familiar y la medida sigue en pie.

La falta de personal en los hospitales y centros de salud pertenecientes al estado comienza a generar preocupación en la sociedad, y específicamente en el sistema sanitario, porque quienes absorbieron el trabajo de los residentes han sido los propios médicos, no logrando abastecer el 100 por ciento de los pedidos. El conflicto surge a raíz de dos cuestiones fundamentales como son las condiciones precarias en las que deben afrontar jornadas extensamente insalubres de guardias, y por otra parte los salarios, que lejos están de condecirse con el tiempo trabajado.

A pesar que se manejan diferentes variantes para mejorar las condiciones de los médicos residentes y concurrentes, la única realidad es que desde la cartera sanitaria de la Ciudad Autónoma de Buenos parecen no haber escuchado bien el reclamo que se les está realizando, queriendo conformarlos con 440 pesos la hora trabajada en hospitales y centros de salud.

Cabe destacar que desde el comienzo del conflicto ya se han llevado adelante casi 20 medidas entre paros y movilizaciones que poco conmovieron a los encargados de comandar el Ministerio de salud.

Salarios acordes

La búsqueda de la compensación salarial que buscan los médicos residentes y concurrentes es que los montos se encuentren acordes a la canasta básica familiar, pero en todas las propuestas no han llegado a superar los 100.000 pesos, lo que es aún más grave porque se encuentran aún más cerca de la línea de la pobreza. Esta es una nueva muestra de desinterés del gobierno CABA en materia de salud, dando muestras de un fuerte destrato hacia los trabajadores, como así también hacia la ciudadanía ya que esto lleva también a un colapso en los diferentes centros de salud.

Este tire y afloje entre las partes pareciera buscar una solución por cansancio desde el Gobierno porteño, aunque la realidad demuestra que tantos los residentes, como los concurrentes son esenciales dentro del sistema sanitario porteño, por lo que es de urgencia encontrar una salida a este conflicto. Por su parte, los médicos de planta, que son los que se hicieron cargo antes las ausencias producto de las diferentes medidas que se han utilizado para ser escuchados, comienzan a verse sobrepasados con la situación que golpea a cada una de las áreas de la medicina y en algunos casos fueron solicitados ex residentes para cubrir los espacios vacíos.

Una lucha sin fin

Las voces de los médicos residentes y concurrentes se encuentran desoídas por el gobierno porteño y no pareciera haber una solución en el corto plazo de este conflicto que es principalmente del área de salud, pero que altera la normalidad de la sociedad en general.

Hasta el momento, la cartera sanitaria al mando de Quirós solo los recibió una vez y con propuestas que lejos estaban de poder satisfacer las necesidades básicas que plantean en sus reclamos desde el sector afectado.

Además, hay que puntualizar que no solo son los médicos los que se encuentran precarizados, sino que las instalaciones y los insumos se suman en esta escasez de recursos que pareciera no estar dándose cuenta los encargados de manejar el Ministerio de salud porteño. En principio las medidas continuarán a la espera de ofertas superadoras por parte de la cartera sanitaria para regularizar la situación de cada uno de los médicos residentes y concurrentes que a diario afrontan la difícil tarea de la atención pública.

Cabe destacar que este es un conflicto que se ha visto en la provincia de Buenos Aires también tiempo atrás, pero para los residentes bonaerenses, tras un trabajo mancomunado entre los distintos sectores, se logró un nuevo reglamento, con reducción de horas de trabajo y de las guardias, entre varias medidas que implicaron una mejora sustancial para este sector que ha quedado menospreciado en más de una oportunidad y que parece seguir a la sombra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.