Que los perdone Dios: en Merlo, adolescentes habrían matado a otro por odio y placer

Nicolás Alexander Cernadas tenía 13 años y su corta vida fue dramática, su existencia fue el colmo de un destino ensañado con un niño. Su madre está internada en un neurosiquiátrico, lo criaba Héctor, un tío materno que luchaba por conseguir la custodia. Fue la esposa de este familiar quien, luego de ver en la televisión la ropa que tenía el cadáver, se presentó en sede policial y lo identificó.

Los hechos

Como informó Cronos, la tarde del lunes hallaron un cadáver, con claros signos de tortura, en un descampado en la localidad de Mariano Acosta. La operación de autopsia determinó que el nene de 13 años falleció por un paro cardiorrespiratorio traumático, ocasionado por lesión alveolar difusa y por energía calórica. En síntesis, Nicolás fue torturado y quemado en diferentes zonas del cuerpo.

“El cadáver estaba entre unos pastizales”, detallaron fuentes judiciales. “Lo que le llamó la atención al Dr. Claudio Oviedo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nro. 5 de Morón, quien se acercó hasta el lugar donde hallaron al adolescente, es que a unos 10 metros se encontraron cenizas de lo que parece una gran fogata, de un metro por un metro”, informaron los voceros.

La investigación

Luego de producida la identificación del cuerpo, los investigadores individualizaron y accedieron a las redes sociales de la víctima. A partir de este avance, las pesquisas se orientaron hacia los chats e interacción que el joven mantuvo con tres sospechosos.

Horas después, el mismo miércoles, una mujer se presentó con un adolescente de 14 años en la Comisaría 6ta. de Mariano Acosta. La madre llevó a su hijo para ponerlo a disposición de la Justicia. El muchacho era uno de los que estaba apuntado por los investigadores.

A partir de la posible participación de un menor, la investigación pasó a la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil Nro. 2 de Morón, a cargo de la Dra. Aldana Zingg.

El chico de 14 años, por ser menor de edad e inimputable, fue internado en un instituto de menores de régimen cerrado, como medida de seguridad.

Según voceros policiales, la noche de este miércoles algunas personas que conocían a Nicolás, junto a otros del vecindario, se acercaron al domicilio del adolescente sospechado, ubicado en la calle Blanco Encalada y Caaguazú, en barrio Parque San Martín. “Querían incendiar la casa, tuvo que intervenir personal de la comisaría de la zona y hubo incidentes”, indicaron las fuentes.

En la madrugada de este jueves, en una vivienda de la calle Garmendia al 3000, en el barrio Matera de Merlo, se produjo una nueva detención. Se trata de un joven de 17 años quien quedó a disposición de la Justicia. “En las próximas horas la Fiscal Zingg le tomará declaración”, señalaron fuentes judiciales. Los investigadores intentan dar con el paradero de otro sospechoso.

Hipótesis brutal

“El crimen se habría producido por placer y por odio. A Nicolás le tenían bronca y él los consideraba sus amigos”, detalló un investigador. “Se conocían del barrio”, agregó.

“Por los audios y los mensajes de texto que se pudieron rescatar, se cree que lo hicieron para divertirse y por el placer de matarlo, parece que sentían odio y le tenían bronca”, comentó el informante.

Tras el secuestro de los teléfonos celulares de los implicados, los pesquisas habrían encontrado mensajes que hielan la sangre. Las pericias descubrieron que uno de los involucrados filmó a Nicolás en el momento del ataque. “En comunicaciones que mantuvo con otro de los chicos, manifestó su intención de regresar al descampado y grabar el cadáver”, detalló una fuente cercana a la investigación.

Según declaraciones de personas que conocen al sospechoso, el joven sería muy agresivo, las acciones violentas no serían una novedad. “Tenía la fama de ser muy agresivo en el barrio, solía pelearse con otros jóvenes y luego los filmaba para mostrar las heridas que les había provocado”, contaron quienes lo conocen.