Brutal: le quitaron el arma a un gendarme y lo mataron de un balazo en la cabeza

Julián Ernesto Ibáñez era formoseño y en cinco días iba a cumplir 24 años. En 2019 fue aceptado en la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) y lo destinaron a Almirante Brown, en el Conurbano bonaerense. En la mañana del domingo lo asesinaron mientras esperaba a unos compañeros en una esquina del Jagüel. En su provincia lo lloran la madre y un hermano pequeño.

El joven efectivo estaba a nueve cuadras de su casa, en la esquina de Pedro Dreyer y Ramón Santamarina, en la localidad del partido de Esteban Echeverría. Los investigadores sospechan que fue abordado por cuatro o cinco adolescentes que intentaron robarle con la modalidad piraña, ignorando que era miembro de la fuerza de seguridad y estaba armado.

La víctima vestía un pantalón de jogging, una remera verde y el cinturón táctico del uniforme, debajo de una campera de jean. Los sospechosos, que momentos antes habían apedreado y roto la luneta de una camioneta estacionada, le habrían arrebatado la mochila negra que llevaba en la espalda.

Ibáñez sacó su arma reglamentaria, una Beretta calibre 9 milímetros, y se defendió del ataque. Les disparó a dos de los posibles asaltantes: Esteban L, de 16 años, murió por la bala que recibió en el tórax cuando era intervenido quirúrgicamente, Juan Carlos Cañete, de 19, fue herido en el glúteo derecho y está internado con custodia policial, en el Hospital Santamarina.

Mientras tanto, los otros asaltantes habrían rodeado al gendarme y, en la pelea cuerpo a cuerpo, le quitaron el arma con la que le dispararon en la cabeza y lo mataron en el acto.

Alertados del sangriento incidente, efectivos de la Comisaría Quinta de El Jagüel, detuvieron a pocas cuadras del hecho a los sospechosos que intentaban escapar corriendo: Lautaro Cañete, 18 años y hermano del herido, y SGV de 15, ambos están a disposición de la justicia.

Los investigadores en este momento están recopilando las imágenes que tomaron los domos y cámaras de seguridad de la zona, para poder esclarecer la secuencia de la violenta mañana en la esquina de El Jagüel.

“Se está buscando el arma del agente fallecido porque no estaba en el lugar del incidente”, afirman fuentes judiciales. “Además, se quiere identificar a la mujer que estaba con el grupo de jóvenes momentos antes del ataque. No está claro si permanecía con ellos cuando se enfrentaron con el gendarme”, aseveran los pesquisas.

La causa está en manos del fiscal Martín Horacio Ceara, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 1 del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas de Zamora, porque hay adolescentes involucrados. El expediente está caratulado como "homicidio en ocasión de robo".