En paralelo y haciendo poco ruido, el gobernador Axel Kicillof continúa aferrado a su plan de vuelo para conseguir la reelección bonaerense, con recorridas periódicas por el interior y el poblado Conurbano, para la inauguración de distintos trabajos de infraestructura y un anuncio de créditos con tasa 0% de interés para la refacción y ampliación de viviendas con cuotas que se actualizarán por debajo del aumento de los salarios y la inflación. En una palabra, mostrar gestión.
El plan gubernamental tendría como objetivo básico reducir los impactos negativos de la política económica de la Casa Rosada que viene sufriendo más de un tropezón. Es decir, maquillar la crisis financiera con cemento como estrategia.
Desde lo discursivo, Kicillof también procuró mostrarse atareado intentando esquivar la secuencia de malas noticias económicas, agravada por la escalada del dólar blue y una inflación que parece incontrolable.
Alejado de la pelea de trinchera que oportunamente protagonizó con la oposición, el Gobernador continuó con su trabajo de seducción sobre un sector de Juntos: el radicalismo y sus intendentes. Días atrás, encabezó una reunión en La Plata con un puñado de alcaldes capitaneados por el jefe comunal de Trenque Lauquen, Miguel Ángel Fernández.
Durante el encuentro en calle 6, se abordaron temas vinculados a la producción y a las obras impulsadas a través del Fondo de Infraestructura Municipal, al programa Escuelas a la Obra y al plan de caminos rurales, como así también otros proyectos de infraestructura que la Gobernación tiene en ejecución en los municipios.
Lo que no trascendió, pero seguramente debe haber estado sobre la mesa de diálogo, es el tratamiento de la Ley de Jubilaciones del BAPRO. La modificación a la ley que impulsó Cambiemos durante la gestión de María Eugenia Vidal cosechó el rotundo rechazo de los legisladores del PRO, por eso la necesidad del gobierno de Kicillof de explorar otras posibilidades.
En un principio los diputados y senadores del radicalismo no fueron tan tajantes en su negativa, aunque el férreo planteo de los amarillos los dejaría muy expuestos en su negociación con la actual administración.
Por eso la idea es seducir a la mayor cantidad de legisladores para que den el quórum, aunque no voten el proyecto.
Pero, por fuera de los temas de agenda, lo más importante fue la foto del encuentro, que no es la primera. Y la buena onda que quieren mostrar, tanto Kicillof como los alcaldes radicales, sobre todo Miguel Fernández, mandamás de Trenque Lauquen y titular del Foro de Intendentes boina blanca.
Para el radical Fernández no es la primera foto con el Gobernador, ni será la última. Seguramente, además de la gestión, es un tiro por elevación a los socios de Juntos, sobre todo al PRO, y por qué no, un condicionamiento hacia la propia conducción radical, encabezada por el marplatense Maximiliano Abad.
Hace rato que los jefes comunales quieren hacer valer su poder territorial a la hora del armado de las listas. A diferencia de lo que ocurre en el peronismo, donde el territorio es sagrado y condición sine qua non para cualquier aspiración electoral, en el radicalismo suelen pesar más las conducciones colegiadas, o los liderazgos de superestructura. Y eso es lo que hoy se discute.
Para los intendentes amarillos del PRO, al igual que lo plantearon sus colegas de la UCR, los problemas rondan fuertemente alrededor de la inflación y como afecta en sus billeteras comunales las partidas presupuestarias previstas en el Fondo de Infraestructura Municipal, que fueron pactadas en diciembre pero que han sufrido un desfasaje desmedido de los costos.
“La inflación parece imparable. Casi sin margen, la ministra Batakis da mensajes contradictorios en medio de una situación financiera, económica y social explosiva, a lo que se suma un vacío político generado por un Presidente que gobierna poco y una vice Cristina de Kirchner que no quiere hacerse cargo de ningún costo político”, según un sagaz observador legislativo de Juntos por el Cambio que, califica al kirchnerismo como la variante interna más furibunda del peronismo tradicional, en medio del receso invernal parlamentario.
“Ustedes lo escuchan en cada una de sus intervenciones, el énfasis que Axel le pone a la universalidad de derechos para cada habitante de nuestra Provincia. Y la vivienda es una prioridad en materia de políticas públicas”, destaca el ministro del área, Agustín Simone ratificando la decisión del Gobernador, en pos de garantizar el acceso a un hábitat justo a las familias bonaerenses.
Para tranquilidad en el edificio gubernamental de calle 6, el presidente Alberto Fernández volvió a remarcar que no habrá ajustes en materia de inversiones: “Para los preocupados, ni la obra pública ni la vivienda se va a paralizar por nada" concluyó.
Por Ricardo Salas
Fuente: lanueva.com