Alberto Fernández en el G7: pidió por la paz y apuntó contra el FMI

Alberto Fernández, presidente de la Nación argentina, participa como invitado de la 48° Cumbre del G7 organizado por Alemania, del que forman parte las siete mayores potencias mundiales. Allí, habló sobre la desigualdad del mundo y solicitó el fin de la guerra entre Ucrania y Rusia.

También forman parte como miembros del Cómite los mandatarios de Estados Unidos, Joe Biden, y de Francia, Emmanuel Macron; y los primeros ministros de Gran Bretaña, Boris Johnson; de Italia, Mario Draghi; de Canadá, Justin Trudeau; y de Japón, Fumio Kishida.

Por otro lado, asisten Úrsula von der Leyen y Charles Michel, titulares de la Comisión Europea y del Consejo Europeo, respectivamente, y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski; y como naciones emergentes invitadas, además de Argentina, están Sudáfrica, único miembro africano del G20; Indonesia, preside el G20; Senegal, encabeza la Unión Africana; e India.

De esta manera, Alberto es el primer presidente argentino que asiste como invitado a este grupo selecto integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.

“Es necesario el pleno apego a todos los principios del multilateralismo, la guerra desatada en Ucrania es una tragedia. Los flujos comerciales y la logística, ya seriamente dañados durante la pandemia, llegaron a un punto crítico”, sostuvo Fernández.

Además, agregó: “Desde un comienzo reclamamos el cese de las hostilidades. Ahora necesitamos impulsar el diálogo entre las partes involucradas. Nunca ha sido más evidente que las crisis del presente (climáticas, sanitarias, financieras, energéticas y alimentarias) son verdaderamente globales. Las soluciones no dependen de esfuerzos individuales y los efectos negativos que esas crisis generan llueven ácidamente sobre todo el planeta”.

Sobre esto, precisó que es necesario una “solución pacífica de las controversias y en el pleno respeto de los derechos humanos. El mundo entero, y no exclusivamente Europa, precisa una paz duradera, resistente y sólida”.

Desde el lugar de presidente pro tempore de la CELAC, presentó: “En América Latina y el Caribe soñamos con un nuevo orden internacional donde los esfuerzos se equilibren y las ventajas se distribuyan con criterios de equidad”.

“Soñamos con no ser discriminados por el mundo central y condenados a la marginalidad y al olvido, la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que incluya a las periferias del mundo”, agregó el primer mandatario.

En este punto, apuntó contra el FMI "que constituye una penalización inadmisible en las circunstancias dramáticas que hoy vivimos”. “Es necesario incrementar la canalización de los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el FMI incluyendo a los países de renta media. Deben tener un sentido social capitalizando bancos regionales para financiar infraestructura requerida para el desarrollo que el cambio climático además exige”, argumentó.

Al mismo tiempo, el presidente sostuvo: “Los derechos fiscales para las grandes corporaciones multinacionales, especialmente en la economía digital; el impuesto mínimo global como medio de implementación de protección climática; y un nuevo marco de tratamiento de las deudas soberanas también requieren una urgente implementación”.

Sobre esto, reflexionó: “No nos interpela el tiempo de la codicia sino el de la fraternidad, los paraísos fiscales generan infiernos sociales y constituyen un ejemplo de injusticia social que posterga el derecho a un desarrollo sostenible e inclusivo”.

“Construir una paz sustentable supone también construir una paz climática, el hecho de que se esté incrementando el presupuesto mundial en armamentos destructivos mientras aún no se han cumplido los aportes mundiales para el Fondo Verde del Clima, es un auténtico escándalo que no nos perdonarán las futuras generaciones”, sostuvo Alberto.

Finalmente, concluyó: “Es hora de entender, de una vez y para siempre, que el problema no es la pobreza. El problema a resolver es el sistema económico que la genera y permite que la riqueza se acumule en unos pocos”.