Se hizo justicia: el estremecedor relato del joven al que un perro le comió el brazo

Después de un fallo judicial, el dueño de los tres perros de raza Fila Brasilero que atacaron a un hombre y le comieron el brazo en Wilde, fue condenado a seis años y medio de prisión de cumplimiento efectivo y se continúa evaluando la posible eutanasia de los animales.

Según la información de fuentes judiciales, el fallo fue emitido por el juez Martín Javier Pizzolo, del Tribunal en lo Criminal 1 de Avellaneda-Lanús, y la condena cayó sobre Jorge Fernando Sofraniciuk, el dueño de los tres perros.

Los hechos descriptos tuvieron lugar el pasado 19 de abril de 2021, cuando una persona identificada como Claudio José Gómez fue atacado por canes cuando se dirigía a su domicilio, en la localidad de Wilde, partido de Avellaneda.

El propio relato de la víctima causó impacto en la población, ya que describió que uno de los animales que lo atacó, en un momento le agarró el brazo derecho y se lo comió, viendo Gómez como se lo tragaba.  

En la sentencia, se expresa que el dueño es culpable por "omitir la obligación de adoptar medidas de seguridad y prevención en su domicilio, donde se alojaban los canes de raza fila brasilero, siendo esta potencialmente peligrosa, no contando con estructuras suficientemente resistentes y de dimensiones adecuadas que impidan que los perros escapen".

Cabe recordar que la disposición provincial al respecto sostiene que la "tenencia de perros potencialmente peligrosos al cumplimiento de la disposición de adoptar medidas de seguridad y prevención en el inmueble donde se aloja al perro, en el que debe haber estructuras suficientemente resistentes y de dimensiones adecuadas que impidan al perro escaparse o sobrepasar el hocico más allá de los límites propios".

El relato de la víctima

El hombre damnificado explicó la secuencia: “Me encuentro con tres perros grandotes, de los cuales uno gira la cabeza y hace contacto visual conmigo, entonces giro, habré hecho tres pasos, y el perro que me estaba gruñendo me agarra de la pierna, y yo atino a agarrarme de un árbol, y se me vienen los otros dos".

Además, continuó: “Me empiezan a morder los tres. Yo me agarraba de un tronco y me bajan los pantalones, entonces pierdo el equilibrio y caigo, y me atacan entre los tres. El que me estaba agarrando la pantorrilla, suelta, y me agarra del brazo derecho, yo ya desnudo y tirado en el piso, mientras los otros me mordían las piernas, los pies y el otro brazo izquierdo. El grandote que me agarró el brazo derecho, me lo comió y veo como se lo traga”.