Chispazos que potencian el malhumor social

Ante eso, con matices, en la Gobernación bonaerense apuntan los cañones hacia los sectores concentrados de la economía argentina.

Los chispazos internos entre referentes de la coalición oficialista, básicamente ocasionados por “intereses políticos propios” son un obstáculo ante la agenda coyuntural como lo es combatir la cuestión inflacionaria y recomponer el poder adquisitivo.

Las disputas entre funcionarios que responden al presidente Alberto Fernández y sectores del kirchnerismo puro que le “marcan la cancha” al Gobierno nacional con el guiño de la vicepresidenta Cristina Kirchner potencian el malhumor social y terminan favoreciendo los planes electorales de la oposición frente a un contexto de crisis que golpea a gran parte de la población.

En la administración del gobernador Axel Kicillof se multiplican los anuncios de trabajos de infraestructura al igual que los actos de entrega de escrituras gratuitas y actas de regularización dominial a familias, junto al ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, quién en los últimos tiempos viene levantando su perfil político tal vez imaginando una candidatura propia a intendente platense, cargo que ya ocupó en tres ocasiones.

En la sede gubernamental de calle 6 señalan que tanto Juntos por el Cambio como otros actores opositores se oponen a cualquier medida o iniciativa gubernamental por el solo hecho de restarle mérito a aquellos que tienen responsabilidades de gestión (ya sea bonaerense o municipal) y que todo se mira en función electoralista.

Por otra parte, las negociaciones que se dieron días atrás en la Legislatura, y que culminaron con el nombramiento de los funcionarios que faltaban en algunos organismos del Estado, dejó algunas heridas, sobre todo en las huestes de Juntos.

Es que, finalmente, el Senado bonaerense dio luz verde a las designaciones de los puestos vacantes en el codiciado directorio del Banco Provincia, el Tribunal de Cuentes y la Defensoría del Pueblo. 

En la loteo de una de las sillas disponibles en el Bapro fue designado el armador bahiense Santiago Nardelli. En la oposición legislativa prevaleció la opinión de los intendentes del interior vinculados al alcalde bahiense Héctor Gay, además de la experiencia del “armador en la Sexta” del PRO para el cargo, ya que fue director del Banco Nación.

Ahora la mesa de autoridades del siempre codiciado directorio del Banco Provincia -estaba pendiente desde fines del año pasado- tendrá representantes de las diferentes terminales políticas de peso: habrá peronistas, renovadores, camporistas, boinas blancas y hasta kicillofistas. Una miscelánea para todos los gustos.

Pero el cimbronazo llegó con la designación de Federico Thea como titular del Tribunal de Cuentas provincial. La llegada del exsecretario general de la Gobernación de la gestión Kicillof a ese cargo vitalicio, detonó la decisión del senador de Juntos, Joaquín De la Torre, de renunciar a la vicepresidencia de la Cámara Alta bonaerense.

“Fue una mala negociación y por cómo se dio parece que va a ser siempre así. Le entregamos el Tribunal de Cuentas a cambio de tres lugares en el directorio del Banco Provincia, que es algo que nos corresponde por ser minoría y de lo que no nos damos cuenta es que si llegamos a perder la elección del 2023 igualmente vamos a seguir teniendo mayoría en el Senado”, deslizaron desde el entorno del senador renunciante. De todos modos, esos mismos portavoces señalan que, a pesar de la abrupta decisión, el senador no se irá del bloque Juntos. 

De la Torre acreditó que fue una muy mala decisión entregarle a La Cámpora el manejo del Tribunal de Cuentas, sobre todo pensando en que en 2023 Juntos puede llegar a volver a ser gobierno en la provincia de Buenos Aires.

“No podemos entregarle al kirchnerismo en forma vitalicia el Tribunal de Cuentas a cambio de un par de cargos para Juntos. Esto es buscar privilegios a espaldas de la gente. Así, más que halcones o palomas parecemos pavos reales”, twiteó el exintendente de San Miguel. 

En esa línea, aunque más moderados y cautos con sus socios, estuvieron el resto de los legisladores del peronismo republicano, y los representantes de la Coalición Cívica, que tampoco acompañaron la votación de Thea.

En esa votación quedaron solos los legisladores del PRO y de la UCR, partidos que justamente ingresaron nombres para algunos de los cargos que se acordaron.

Pero lo que sobrevuela por estas horas en las cabezas de los principales dirigentes bonaerenses, es la sensación de que toda negociación que se de en la Legislatura, siempre estará supeditada a los acuerdos externos a la misma, incluso externos a la propia Provincia.

Y en eso la sensación es transversal, tanto en el PRO, como en el radicalismo o la Coalición Cívica de Elisa Carrió. La decisión final de todas las negociaciones siempre se termina en la Ciudad de Buenos Aires, y no en la Provincia, en línea con los intereses de la interna nacional en detrimento de la lógica bonaerense.

Por Ricardo Salas

Fuente: lanueva.com