Desde la UCR en la Provincia de Buenos Aires tratan de mantener y fijarse en su propio orden interno, sin embargo, estas últimas semanas miran de reojo cada paso que realizan sus compañeros de coalición del PRO, con algún reclamo incluido, y la renuncia de Néstor Grindetti cayó como un baldazo de agua fría.
Después de que se realizara una mesa chica con los principales dirigentes del PRO, entre los que se encontraban Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Macri, Diego Santilli y Cristian Ritondo, el expresidente Macri abrió el juego públicamente hacia una postura dura con el Gobierno actual en la Provincia de Buenos Aires.
Una de las consecuencias directas fue que no se tratara la reforma jubilatoria del Banco Provincia en la Legislatura bonaerense, enviada por el gobernador provincial Axel Kicillof, que después de meses de idas y vueltas parecía llegar a buen puerto entre oficialismo y oposición, así como los puestos en organismos del Estado que parecen estar más lejos todavía de definirse.
Ante esto, y por el descontento con esta postura, Grindetti renunció a su rol como interlocutor y articulador del PRO con el Gobierno de Kicillof, y aún hoy, todavía no hay un nombre definido para reemplazarlo.
En el medio de un año en el cual la negociación y avances de proyectos viene complicado en la Legislatura después de la tardanza para la definición de las comisiones en ambas Cámaras, en el radicalismo hizo mucho ruido esta jugada de sus aliados políticos y la respuesta no fue positiva para nada.
Según pudo saber CRONOS por fuentes del radicalismo en el Poder Legislativo bonaerense, “el PRO tiene muchos sectores disputando poder y eso se ve en la renuncia de Grindetti”. Cabe recordar que el puesto que ocupaba hasta hace una semana el intendente de Lanús también tiene su representante radical definido y es Maxi Abad, presidente del bloque de diputados bonaerenses de Juntos.
Asimismo, a partir de lo que pudo reconstruir este medio, el radicalismo alega que “primero, antes de que salga todo a la luz, se le pidió bien al PRO que arregle sus asuntos”. “A esta altura, ya se le pide lo mismo pero con bronca”, resumió una fuente de la UCR.
Por otro lado, una de las cosas que molesta en la UCR, y que pudo saber CRONOS es que el partido amarillo “resuelva todos sus problemas públicamente”. “A pesar de que el radicalismo está ordenado internamente, desacomoda a Juntos como Frente”, se quejaron por lo bajo.