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Cronos Noticias » Provincia » 20 dic 2021 07:00

Efemérides

A 20 años de las crisis del 20 de diciembre de 2001

Aquella jornada trágica e histórica fue el epicentro del estallido social que derivó en la caída del gobierno de Fernando de la Rúa. Represión policial que dejó 38 muertos.


  • A 20 años de las crisis del 20 de diciembre de 2001

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El 20 de diciembre de 2001 es una fecha emblemática para la historia reciente argentina. Ese largo día, que en realidad había comenzado el 19, se convirtió en el sangriento epílogo del gobierno de Fernando De la Rúa, quien renunció ese mismo día.

Se llegó a semejante desenlace en medio de una fuerte recesión económica que sufría la Argentina, en un proceso de crisis que se inició incluso antes de que la Alianza ganara las elecciones y asumiera el gobierno, en 1999.

Durante todo ese período, de casi tres años, la pobreza había aumentado más del 12% y el desempleo era récord, con un 30%de personas sin trabajo formal.

Falto de reacción, el gobierno de De la Rúa había ingresado en un laberinto sin salida: la Ley de Convertibilidad sancionada durante la primera gestión de Carlos Menem generó una altísima demanda de billetes norteamericanos. La consecuencia fue el colapso de la capacidad de la economía local de generar las divisas suficientes para cubrir tanta avidez de la moneda de los Estados Unidos.

La Convertibilidad era el llamado en la jerga el “uno a uno″: el precio del dólar estuvo desde 1991 anclado por ley en un peso por unidad. Había sido establecida de ese modo por impulso de Domingo Cavallo, quien fue el ministro de Economía que más tiempo perduró en el gobierno menemista y al que convocó la Alianza en el tramo final de su gestión para intentar salvar la crisis.

En ese escenario, con una moneda cara y poco competitiva en el mercado internacional, la Argentina comenzó a depender cada vez más de la financiación externa. Con un plus: el 97% de su deuda era en dólares.

Las diferentes recetas fallidas de las autoridades provocaron la desconfianza general en la economía. Así, se puso en marcha una fenomenal fuga de capitales. El daño mayor se generó por la salida del país de dólares que estaban en manos de inversionistas, ya puso el sistema bancario al borde del quebranto.

Se solicita asistencia al FMI

Esa fuga de capitales encendió las alarmas del Banco Central (BCRA) al ver que estaban en riesgo sus reservas. Entonces, a mediados de 2001 De la Rúa le pidió una ayuda extra al Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Fondo primero accedió a la renegociación de la deuda, pero ante el descontrol económico decidió suspender sus nuevos desembolsos, lo que provocó otro efecto dominó y se activó una preocupante corrida bancaria.

La desesperante situación intentó ser controlada con una medida de emergencia para tratar de frenar la salida de dólares. Popularmente fue bautizado como “corralito”, ya que lo que se impuso fue una serie de restricciones a la extracción de depósitos bancarios.

Cada semana, los argentinos podían sacar un máximo de 250 pesos o dólares en efectivo de sus cuentas. El monto no cubría las necesidades básicas de la población. Al mismo tiempo, se prohibieron las transferencias de dinero al exterior.

Toda esa situación derivó en un desborde social. El estallido se reprodujo en distintos puntos del país. En los grandes conglomerados urbanos hubo saqueos y se vieron las peores escenas de violencia. Miles de personas coparon las calles y las puertas de los bancos con cacerolas, para expresarse en contra de las decisiones gubernamentales. Los cacerolazos marcaron una época.

Estallido social y violencia en las calles

Nada hizo calmar los ánimos, que fueron en aumento hasta el 19 de diciembre. Ese día, De la Rúa decretó el estado de sitio en todo el país. Lejos de apaciguar las aguas, las potenció. Por la noche, miles de personas marcharon hasta la Casa Rosada al grito de “que se vayan todos”, que no sólo fue un emblema de la época sino que quedó acuñado como un sello de protesta.

La reacción popular fue repelida de la peor manera por las fuerzas de seguridad. La represión policial fue terrible y entre el 19 y el 20 de diciembre murieron 38 personas en distintas manifestaciones y enfrentamientos.

Fue en los alrededores de la Plaza de Mayo donde la violencia se transmitió en vivo y en directo por los canales de televisión, casi en cadena nacional. Los disturbios en Capital Federal dejaron siete víctimas fatales. Hubo otras 11 en el Gran Buenos Aires; diez en la provincia de Santa Fe (ocho de ellas sólo en Rosario); tres en Entre Ríos; tres en Córdoba, dos en Corrientes, una en Tucumán y la restante en Río Negro. Entre ellos, hubo siete adolescentes de entre 13 y 18 años, y siete mujeres.

La caída del Fernando de la Rúa

Mientras las escenas de violencia se reproducían en todo el país, el jueves 20 de diciembre se produjo el quiebre definitivo de un ya muy debilitado gobierno de Fernando De la Rúa. Ese día, el jefe de Estado habló por Cadena Nacional con sólo tres ministros y el vocero presidencial a su alrededor.

En ese mensaje, De la Rúa dijo que no pensaba en dimitir y convocó a la oposición a generar un gobierno de unidad. No tuvo eco su pedido. En la noche del mismo 20 envió la carta de renuncia dirigida al presidente provisional del Senado, Ramón Puerta. Tras ello, y mientras en la Plaza de Mayo seguían los enfrentamientos, el Presidente se fue de la Casa Rosada en helicóptero.

Esa postal resumió el epílogo de un fracaso gubernamental. Desde entonces, la Argentina tuvo cinco presidentes en 10 días.

A comienzos de 2002, ya con Eduardo Duhalde establecido como jefe de Estado de transición, se puso punto final a la Convertibilidad, y los depósitos en dólares de la población argentina fueron pesificados, algo que provocó una fuerte devaluación.

A su vez, el país tomó la decisión de dejar de pagar su deuda externa y se declaró lo que para ese momento fue el default más grande de la historia: US$ 144.000 millones.

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