En el PRO reinan los nervios ante incertidumbre de las listas por la Octava Sección

Todos miran el calendario, el 24 de julio es el gran día, donde más de uno masticará bronca y algún otro saltará de alegría. Las horas son tensas, las especulaciones son infinitas, las desconfianzas hacen los suyo. Lo cierto, como todo cierre de listas, nadie sabe nada y nadie tiene el boleto asegurado.

La Octava Sección, que es la única de la Provincia de Buenos Aires representada por un solo distrito, La Plata, siempre tuvo cierre de listas polémicas, agitados y con un tendal de “heridos” en su camino.

La importancia estratégica de La Plata, segunda ciudad más poblada del territorio bonaerense y Capital de la Provincia de Buenos Aires, es vital para cualquier proyecto 2023.

Por estas horas, en Juntos por el Cambio, la temperatura elevada de las internas de las primeras planas, hacen que los nombres para jugar por las seis bancas de Diputados bonaerenses que estarán en juego por la Octava Sección, estén sumergidos en una marea de especulaciones de todo tipo y color.

En rigor, de las seis en juego, Juntos por el Cambio pone en juego cuatro bancas: las del PRO Carolina Barros Schelotto y Carolina Piparo; el radical Diego Rovella y el monzoísta Guillermo Bardón.

Por ahora (siempre por ahora), todo indica que habrá una interna por la candidatura para Diputados Nacionales entre las listas del porteño Diego Santilli, apadrinada por Horacio Rodríguez Larreta, contra los radicales encolumnados y entusiastas con Facundo Manes y posiblemente, también jueguen los intendentes Jorge Macri (Vicente López) y Gustavo Posse (San Isidro).

Lo que pase en La Plata será el resultado de cómo se configure la puja Santilli y Manes. Es que la lapicera de las listas dependerá si hay o no PASO “arriba” con su correlato en la Octava Sección.

Todas las miradas se posan sobre la Municipalidad en calle 12 y sobre el papel del intendente de La Plata, Julio Garro. “Julito”, como le dicen en los pasillos de la política platense apostó romper con Jorge Macri y mostrarse en la foto con Larreta y Santilli, que fue mal digerida por muchos referentes bonaerenses del Pro y de la UCR, como una imposición de la candidatura del funcionario porteño.

CRONOS pudo confirmar que la “jugada” de Garro -en comunión con Néstor Grindetti, Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y Héctor Gay- fue claudicar ante el centralismo porteño de Larreta-Santilli, pero con la “condición” de tener la lapicera para las listas seccionales, como para concejales y consejeros escolares.

Pero las vueltas de la política son ocurrentes y la negativa de María Eugenia Vidal a volver a ser “orgullosamente bonaerense” y apostar por ser candidata en CABA, cotizó en alza el valor de Facundo Manes y el radicalismo.

La posibilidad de una PASO en la Octava abre la chance de tener dos listas, “pagar” con precandidaturas a más de uno y que decidan las urnas. Sobre ese escenario, Garro si quedaría con el poder de la lapicera para poner los nombres que quiera y no dejar tantos “heridos” en el camino.

Pese a esta soñada posibilidad, el terreno para el alcalde platense no es fácil. Por los pasillos de la Legislatura bonaerense, Barros Schelotto y Piparo dejaron trascender que quieren un segundo mandato y esperan una señal de garantía de Garro, que aún no ha llegado.

Desde Calle 12, según pudo saber CRONOS, el “garrismo” deja entender que “esta vez” Garro quiere ser quien ponga los nombres de los candidatos. “Todos puros”, aluden y sobre ese esquema suenan Darío Ganduglia, actual secretario de Seguridad del Municipio y Julieta Quintero Chasman, quien está al frente de la Secretaría de Desarrollo.

Por ahora nadie recibió una confirmación, ni los “garristas puros”, ni las diputadas que en reiteradas ocasiones recuerdan que “militaron para la reelección de Garro en 2019”. “En el recinto, siempre defendí la gestión de nuestro intendente”, afirma una de las diputadas, en los numerosos cónclaves que desarrollan estos días.

Por distintas fuentes, CRONOS pudo saber que últimamente Garro no responde los mensajes a nadie, que está encerrado en su entorno más íntimo y no da ningún tipo de señales. En los pasillos de Calle 12 corren también las especulaciones. Recuerdan que las candidaturas de Barros Schelotto y Piparo fueron pedidos especiales de Mauricio Macri y Vidal (en ese orden). Y, quizá como señal, avisan que ahora esos dos dirigentes están fuera la rosca de las listas bonaerenses.

Sin embargo, varios le dan más chances a Barros Schelotto para ubicarse en un “lugar entrable” de la lista. Muchos destacan la relación personal que hay entre la actual diputada y el intendente. Por el lado de Piparo, en Calle 12 miran para otro lado y sin mencionar explícitamente, recuerdan el escándalo de Año Nuevo que protagonizó su marido, Juan Ignacio Buzali y todas sus repercusiones. Hay que sumar a Fabian Perechodnik, ex funcionario de Vidal, que ahora quiere ser candidato a Diputado. “El tema es quién pide ahora por ellos y a quién se le salda”, analizan en algunos despachos de la Municipalidad.

“No vaya a ser que haya una sorpresa como la de Florencia Barcia el 2019”, alertan, por las dudas, desde el entorno del intendente platense.

Desde la vereda de enfrente, ante la imposibilidad de Rovella de apostar por un tercer mandato, el nombre de Leandro Bazze (hijo del histórico dirigente Miguel Bazze), se cotiza para encabezar una lista de Manes. El nombre de Claudio Frangul también pide pista. Y si Manes y Emilio Monzó finalmente acuerdan, Bardón puede respirar tranquilo para competir por su reelección.

Por Juan Alfaro (ALFA)