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Cronos Noticias » Provincia » 12 jul 2021 12:53

Vacunación

Estudio demostró más eficacia de la Sputnik en quienes tuvieron COVID

La investigación realizada en la Provincia, demostró que el primer componente de la Sputnik V genera 10 veces más anticuerpos en quienes tuvieron coronavirus.


  • Estudio demostró más eficacia de la Sputnik en quienes tuvieron COVID

Un estudio realizado en la Provincia de Buenos Aires reveló que los anticuerpos en aquellas personas que recibieron una dosis de Sputnik V, y que anteriormente tuvieron coronavirus, son diez veces superiores a los de quienes recibieron el esquema completo de dos dosis pero no tuvieron infección previa.

También se pudo determinar que el 94% de los voluntarios que participaron del estudio, y que no habían estado infectados previamente, generaron anticuerpos contra el COVID-19 con la primera dosis de la vacuna del Instituto Gamaleya. Además, el número ascendió al 100% de los participantes con las dos dosis.  

Cell Reports Medicine, una revista premium de acceso abierto del mismo grupo editorial de la revista Cell, fue la encargada de difundir los detalles completos del trabajo, cuyos resultados preliminares ya se encontraban disponibles hace dos meses. Es el primer estudio por fuera de Rusia sobre la respuesta inmune que cuenta esa vacuna.

Al mismo tiempo, los autores del trabajo, liderados por Andrea Gamarnik, jefa del Laboratorio de Virología Molecular de la Fundación Instituto Leloir (FIL) e investigadora superior del CONICET, pudieron demostrar que en aquellos con antecedentes de COVID-19, la aplicación de la segunda dosis no generó anticuerpos adicionales.

Gamarnik destacó: “La vacunación masiva ofrece una gran promesa para detener la pandemia de COVID-19. Debido a la limitación del suministro de vacunas en muchas regiones del mundo, las autoridades sanitarias necesitan con urgencia datos sobre la respuesta inmune a las vacunas para optimizar las estrategias de inmunización (…) este estudio es un ejemplo inédito de trabajo en equipo coordinado por el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en el que participaron de manera articulada investigadores, técnicos y becarios de CONICET junto a profesionales de siete hospitales de la Provincia con el apoyo de la cartera de Ciencia de la Nación”.

Metodología del estudio

La investigación se realizó en 289 trabajadores de la salud voluntarios, que se desempeñan en siete hospitales públicos de la Provincia. Del total de voluntarios, 62 habían tenido previamente coronavirus.

El análisis consistió en la toma de una muestra de sangre antes de la vacunación; 21 días después de la primera aplicación; y 21 posterior a la segunda dosis. Las muestras se analizaron en el Laboratorio de Serología y Vacunas de la FIL, con el test “COVIDAR IgG cuantitativo” de desarrollo nacional, y con pruebas adicionales realizadas en la FIL y en el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (INBIRS, CONICET-UBA) para medir la capacidad neutralizante de los anticuerpos.

Los científicos utilizaron una medida estándar internacional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para determinar la concentración fr anticuerpos específicos IgG contra la proteína Spike de SARS-CoV-2. Andrés Rossi, el coordinador del Laboratorio de Serología y Vacunas de la FIL, explicó: “Esto permite comparar datos de laboratorios alrededor del mundo que están evaluando diferentes vacunas basadas en distintas metodologías. Encontrar una regla común para las medidas cuantitativas es crucial para definir los niveles de anticuerpos asociados con la protección que las vacunas confieren”.

El estándar internacional determina que los niveles en sangre de concentración de anticuerpos IgG contra la proteína Spike del nuevo coronavirus se expresan como Unidades Internacionales (UI) por mililitro (ml).

Resultados

La investigación realizada en la provincia pudo determinar que, en personas sin antecedentes de coronavirus las concentraciones de IgG fueron 104,2 unidades internacionales (UI) por mililitro (ml) después de la primera aplicación y subieron a 787,8 UI/ml con el esquema completo.

Por el contrario, en aquellos que estuvieron infectados previamente, las concentraciones fueron de 181,1 UI/ml antes de la primera dosis y saltaron a 6.356 UI/ml tras la primera dosis. Además, la segunda dosis no produjo incrementos medibles.

También se buscó determinar cuántos anticuerpos eran neutralizantes, es decir, cuál era la efectividad de esos anticuerpos para impedir que el virus infecte a una célula. Los voluntarios con una dosis y antecedentes de COVID tuvieron títulos (cantidad) de anticuerpos neutralizantes diez veces mayor a quienes se aplicaron las dos dosis y no tuvieron la enfermedad, con una cantidad de 500 contra 42, respectivamente.

Otros estudios realizados en base a las vacunas con ARN mensajero también han demostrado mayor cantidad de anticuerpos en aquellos que estuvieron expuestos al virus y se aplicaron una dosis, estando la posibilidad de no aplicar una segunda dosis.

Jorge Geffner, investigador superior del CONICET en el INBIRS y miembro de la coordinación de este estudio, agregó: “Los datos presentados proporcionan información basada en evidencia para guiar las estrategias de vacunación y orientar las decisiones de salud pública a la luz de la actual emergencia sanitaria”.

Por otra parte, el mismo equipo encuentra realizando el seguimiento a seis meses de personas vacunadas para determinar la evolución y duración de la respuesta inmune. Al mismo tiempo, se medirá la efectividad de la Sputnik V frente a las diferentes variantes del coronavirus que circulan en nuestro país.

Repercusiones

“El trabajo que publicamos en conjunto con investigadores del CONICET y el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación en personas vacunadas con Sputnik V sigue demostrando la gran calidad de las vacunas aplicadas en nuestro país y constituye una forma de entender las políticas públicas, que incluye la investigación para solucionar problemas y dar respuesta a la necesidad del pueblo desde una perspectiva de soberanía sanitaria y científica. Un Estado capaz de conseguir las mejores vacunas para su pueblo pero, también, capaz de estudiarlas y certificar que esto es así”, dijo Nicolás Kreplak, el viceministro de Salud bonaerense. Además, agregó que el aval del estudio de una revista tan prestigiosa a nivel global “es una demostración más de un gobierno que apuesta al desarrollo, a la ciencia y a la soberanía”.

A su vez, Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, dijo: "Esta investigación, que ahora publica una de las revistas científicas internacionales más prestigiosas de la especialidad, es una demostración más del invalorable aporte que ha realizado la ciencia de nuestro país para enfrentar la pandemia”. También, concluyó: “Quiero felicitar a los investigadores/as, becarios/as y técnicos/as del CONICET y de las universidades nacionales y destacar el trabajo articulado con el Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires para establecer la muy buena respuesta de una dosis de la vacuna Sputnik V sobre la producción de anticuerpos en trabajadores de la Salud seronegativos y seropositivos al SARS-CoV-2".

La ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, agregó: “Es muy importante avanzar en estudios colaborativos como éstos que robustecen la evidencia científica disponible (…) nuestro país ha demostrado una vez más su enorme potencial científico durante la pandemia con hallazgos como la secuenciación genómica del virus el año pasado hasta estudios como el que se publica hoy, con un gran impacto en las revistas científicas internacionales”.

Ana Franchi, presidenta del CONICET,  comunicó: “Este trabajo de nuestros/as científicos/as sobre la respuesta inmunológica a la primera dosis de la Sputnik V -el primero fuera de Rusia-, permite planificar de modo más eficiente la gestión de la salud pública frente a la pandemia. Al mismo tiempo, es un ejemplo de trabajo solidario entre el CONICET y la provincia de Buenos Aires y de la Argentina con el resto del mundo. Sirve también para establecer una sintonía más fina, con protocolos comunes, para las estrategias que se implementan en cada país y adoptar mejores decisiones”.

Participaron de este estudio 20 investigadores y becarios del CONICET y la FIL: Diego Ojeda, Lautaro Sanchez, María Mora González López Ledesma, Anabel Álvarez Juliá, Santiago Oviedo Rouco, Horacio Martín Pallarés, Guadalupe Costa Navarro, Natali Rasetto, Corina García, Shirley Wenker, Lila Ramis, Magalí Bialer, María José de Leone, Esteban Hernando, Santiago Sosa, Luciana Bianchimano, Antonella Ríos, María Soledad Treffinger Cienfuegos, Julio Caramelo y Marcelo Yanovsky. También formaron parte Jorge Carradori, del Laboratorio Lemos S.R.L.; Natalia Laufer, Augusto Varese, Ignacio Mazzitelli y Yesica Longueira, de la Facultad de Medicina de la UBA; Diego Álvarez, del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas que depende de la UNSAM y del CONICET; Guillermo Docena, del Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos, que dependen de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata, del CONICET y de la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC); Marina Pifano, del Gabinete de Asesores del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires; Dariana Pedrozza, del Hospital Interzonal General de Agudos Dr Pedro Fiorito, Provincia de Buenos Aires; Alejandra Rima, del Hospital Interzonal General de Agudos Evita Provincia de Buenos Aires; Cecilia Echegoyen, del Hospital Interzonal General de Agudos; Prof. Dr. Rodolfo Rossi, Provincia de Buenos Aires; Regina Ercole, del Hospital Interzonal Especializado de Agudos y Crónicos San Juan de Dios, Provincia de Buenos Aires; Paula Gelpi, del Hospital Interzonal General de Agudos San Roque, Provincia de Buenos Aires; Susana Marchetti, del Hospital Interzonal General de Agudos San Martín, Provincia de Buenos Aires; y Martín Zubieta, del Hospital de Alta Complejidad El Cruce “Nestor Kirchner”, Provincia de Buenos Aires.

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