Entre la rosca preelectoral y la campaña de vacunación

“Los mejores anuncios que hace Axel (Kicillof) son cuando habilita la vacunación libre” en las franjas etarias más vulnerables, señalan en no pocos despachos ministeriales de Calle 6.

Y subrayan: “En tiempos de pandemia, la única campaña que estamos llevando adelante es el plan de vacunación mientras la oposición anda a los empujones por lugares en las listas legislativas”.

A modo de ponderar el plan de inmunización, también aseguran que el objetivo es evitar el ingreso y la circulación de la agresiva cepa Delta que, según dicen, es mucho más contagiosa que otras variantes del Covid-19.  Por eso, y más allá de cualquier “controversia mediática”, los viajeros bonaerenses que regresen al país desde el exterior  deberán hacer un aislamiento obligatorio de 4 días en un hotel, con costo a su cargo. No hay que bajar la guardia con la posibilidad de una tercera ola.

En términos objetivos, el proceso de vacunación que se aceleró notablemente le permitió a Kicillof neutralizar políticamente una de las críticas más sonoras de la oposición; el reclamo por la vuelta a las clases presenciales.

Ahora mientras desde JxC le “facturan” al Gobernador la falta de miles de segundas dosis,  desde el dispositivo legislativo del Frente de Todos enviaron una “devolución de gentileza política”. Dicen que, mientras los médicos y profesionales de la salud pública luchan contra la pandemia, el neurocientífico Facundo Manes es monopolizado por los radicales por su decisión de candidatearse y pelearle la interna al Pro con la sombra de las PASO como telón de fondo.

Se sabe, también Diego Santilli, el candidato del jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, mantiene su postulación en la Provincia. Algunos intendentes “amarillos” salieron a bancar la parada de Larreta, quizás tratando de cerrar filas preocupados ante el avance radical dentro de JxC. Y por supuesto, faltan otros elementos satélites, que hay que ver cómo van a terminar cerrando. En particular, la dupla Gustavo Posse y Martín Lousteau, sector de la UCR que perdió la interna partidaria, pero que no se va a quedar quieto a la hora de pelear por lugares en las listas. También mantiene su postulación Jorge Macri, intendente de Vicente López y primo de Mauricio.

La opción que tomó la exgobernadora María Eugenia Vidal, dejando atrás el lema “orgullosamente bonaerense”, por “orgullosamente porteña”, al decidir no jugar electoralmente en la Provincia para participar de las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, le dejó servido en bandeja al oficialismo un rosario de críticas.

Como siempre sucede, las elecciones de medio término funcionan como un preámbulo de las principales candidaturas bonaerenses 2023: ya sea a gobernador o a las intendencias.

Por eso la pulseada doméstica en Juntos por el Cambio sigue vigente. Los sectores partidarios de la coalición opositora que aparecen detrás del macrismo buscan un “lavado de cara” con la proyección de otros candidatos que hagan una buena elección legislativa ahora, y que les permita como espacio político, posicionarse como opción de gobierno en el 2023 en la PBA.

Los números de la economía bonaerense siguen apuntando una mejoría tras el primer año de pandemia, dicen en las diagonales mientras la definición de las candidaturas parlamentarias por el oficialismo gobernante del FdT se hace esperar. Un cuello de botella que suma complejidades minuto a minuto.

A la rosca peronista de julio todavía le falta el “dedo largo” de CFK para empujar postulaciones en las listas seccionales con la ayuda del líder de La Cámpora Máximo Kirchner y del mandamás bonaerense en menor medida,

Kicillof tiene en la mira esta elección de renovación legislativa: el gobernador arrancó su gestión cuesta arriba, con minoría en el Senado, y con una mayoría trabajosamente construida en Diputados. Un buen resultado electoral le permitiría al Ejecutivo desbloquear la salida de leyes clave, particularmente en la Cámara Alta donde JxC tiene una clara mayoría  en el recinto, situación que obliga al oficialismo a llegar sí o sí a acuerdos, para que la gobernabilidad sea posible. 

A diferencia de los anteriores gobernadores, Kicillof hizo de la residencia oficial platense su “burbuja” cotidiana. Por eso, y paralelamente a las obras viales y de infraestructura municipal anunciadas por ministros, en las “bajadas grupales” que decidieron emprender por distintas secciones electorales, también el gobernador ordenó un plan de “revalorización patrimonial” del histórico palacio gubernamental platense, lindante a la residencia oficial.

En ese sentido comenzaron muchos trabajos artesanales de restauración en paredes y escalinatas externas de acceso a la sede estatal de calle 6.

Pero, al borde de descarrillar anduvo estos días, el jefe de Gabinete, Carlos Bianco, cuando decidió elevar su habitual perfil de confrontación mediática y casi dinamitar todos los puentes de “diálogos” al comparar a la oposición con el nazismo. Una vez más, en lugar de intentar cerrar la grieta ideológica, el funcionario bonaerense no hizo más que avivar el frecuente fuego político.

“Parece que fuera de protocolo sanitario, Bianco se olvidó el tapabocas y anda con un bidón de nafta debajo del brazo y un fósforo en la mano”, chicanearon desde el esquema legislativo opositor, donde hicieron fila para cuestionar las picantes declaraciones del jefe del Gabinete de ministros de Kicillof.

Por Ricardo Salas

Fuente: lanueva.com