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Cronos Noticias » En Foco » 18 may 2021 12:38

Bitácoras bonaerenses

Por qué Santilli no puede ser candidato por la Provincia de Buenos Aires

Se sabe que el actual vicejefe de gobierno porteño camina el territorio bonaerense con la posibilidad de ser candidato a Diputado Nacional por Juntos por el Cambio. Los impedimentos legales y éticos.


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No sería la primera vez que un porteño o porteña cruce la General Paz -sin sonrojarse- para encabezar una lista electoral bonaerense. Desde hace más de 20 años la Provincia de Buenos Aires funciona como una delegación del Gobierno Nacional con sede en CABA y hasta como embajada electoral de la Jefatura de Gobierno Porteño. El escenario.

Desde Daniel Scioli candidato a gobernador en 2007, María Eugenia Vidal en 2015 y Axel Kicillof en 2019, la Provincia de Buenos Aires y su clase política se sometió a los designios y mandatos provenidos desde la Ciudad de Buenos Aires. El candidato porteño –impuesto, claro está- se volvió un mal trago que el PJ bonaerense tuvo que digerir, no sin masticar bronca, pero puertas para adentro. Ahora, esas sensaciones se trasladan a la vereda de enfrente: en el PRO bonaerense  y la UCR bonaerense alistan los paladares. Antecedentes cercanos.

Desde hace meses (no más), el actual vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli camina sin disimulos el territorio bonaerense con el mandato de Horacio Rodríguez Larreta de estar listo para competir con la candidatura  a Diputado Nacional por la Provincia de Buenos Aires este año o, hasta incluso, pensar en una candidatura a gobernador en el 2023. Un premio consuelo para el también ministro de Seguridad porteño, quien por acompañar dos veces seguidas en la fórmula a Larreta no puede ser candidato a Jefe de Gobierno en CABA. Ese premio consuelo que Vidal tuvo que “soportar” en 2014 cuando Mauricio Macri la encomendó a caminar la Provincia. El peor es nada.

Para darle una vuelta de rosca más a este asunto, trascendió en los últimos días que Larreta piensa en optar por invertir sus piezas y que finalmente Vidal juegue en la Ciudad y Santilli en la Provincia. Este enroque porteño, pudo saber CRONOS, molesta a los bonaerenses del PRO, quienes ya convalidan a María Eugenia como “una bonaerense más”, pero ahora ven como no quiere “ordenar la tropa” por el temor de “someterse a una tercera derrota” en la Provincia. A Santilli lo miran de reojo, aunque se muestren sonrientes en fotos cuando les lleva patrulleros de la Policía de la Ciudad para sus distritos o hasta practican el famoso juego a dos puntas. Por lo bajo, lanzan las mismas broncas que alguna vez lanzaron desde el peronismo bonaerense: “No queremos más candidatos porteños”. Quejas en voz baja.

Garro-Santiilo

Las internas de Juntos por el Cambio nuevamente están que arden. Desde el Grupo Dorrego que encabezan los intendentes Jorge Macri (Vicente López), junto a Néstor Grindetti (Lanús), Julio Garro (La Plata), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Pablo Petrecca (Junín), Javier Martínez (Pergamino), entre otros, comenzaron a intentar “marcar la cancha” apenas asumió en el gobierno en el Frente de Todos. A más de año y medio de esa aventura, la suerte de ese grupo de intendentes parece estar destinada a vivir la que acataron en su momento las del peronismo con los efímeros Grupo Esmeralda y Grupo Fénix. Son varios en la UCR provincial que gritan por “candidatos bonaerenses”, pero que en privado se resigan a un desembarco porteño de Santilli. Por el lado de Emilio Monzó y su tropa, prefieren a Vidal, pero para competir contra ella en una PASO. Los bonaerenses de Juntos por el Cambio.

Pero por fuera de las internas políticas, más allá de los mandatos porteños, existen dos pequeños grandes detalles que impiden (o impedirían) a Santilli ser candidato bonaerense. El primero tiene que ver con la Constitución Nacional y su Artículo 48, que dice textual: “Para ser diputado se requiere haber cumplido la edad de veinticinco años, tener cuatro años de ciudadanía en ejercicio, y ser natural de la provincia que lo elija, o con dos años de residencia inmediata en ella”. El Vicejefe de Gobierno porteño no cumple con la residencia necesaria, dado que según el Padrón Provisorio que habilitó la Cámara Nacional Electoral (CNE), Santilli tiene domicilio en la Avenida Cerviño de Capital Federal y está anotado para votar en el Circuito Electoral 0151-Palermo. El problema ético.

Pero Santilli tiene otro impedimento ético y legal que es la propia Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, que en su Artículo 98 advierte que, tanto el Jefe de Gobierno como el Vicejefe, tienen que residir en la Ciudad de Buenos Aires. Con PASO o sin PASO para resolver la interna de Juntos por el Cambio, el actual funcionario porteño tiene un serio problema: ¿Santilli va a renunciar a su doble cargo en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Santilli va a saltar las normas constitucionales y republicanas que se defienden en el Pro? El llamamiento de viejas mañas de la política.

En la Provincia de Buenos Aires, como se vio, acostumbrada a funcionar cual si fuera un “patio trasero” de CABA, existen sobrados ejemplos de cómo se puede burlar la ley o hacerle caso omiso. Durante el mandato de Vidal la elección del actual procurador general bonaerense, Julio Conte Grand estuvo teñido de irregularidades. El funcionario vidalista no cumplía el requisito de al menos dos años de residencia en la Provincia de Buenos Aires que pide la Constitución bonaerense y, además, emitía sufragio en CABA. Sin embargo, en diciembre de 2016, con complicidad de parte del actual Frente de Todos, su  fue pliego de designación fue aprobado por el Senado bonaerense. El problema de la residencia mínima en la Provincia lo tuvo en 2019, el actual juez de la Suprema Corte bonaerense, Sergio Torres. El magistrado fue cuestionado por varios sectores por no cumplir con requisitos constitucionales, pero las adhesiones que recibió, incluso de organismos ligados al kirchnerismo como Abuelas de Plaza de Mayo, hizo que el Senado aprobará la designación que había pedido Vidal como gobernadora. Los casos más cercanos.

El caso de Santilli van un poco más allá, las limitaciones éticas que tiene que burlar para ser candidato en la Provincia son claras y juegan el límite. Lo paradójico sería que de ser candidato en Provincia, no podría votarse a sí mismo, porque tiene que votar en CABA.

Por Juan Alfaro (ALFA)

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