Charlie Brooker y Annabel Jones, con los creadores de Black Mirror y las mentes que hicieron “Muerte al 2020”, que estrenó Netflix.
La serie es una comedia donde todo momento uno sonríe, ante el sarcasmo y la ironía que los autores plasmaron para resumir el 2020, marcado por la pandemia del Coronavirus.
En el falso documental, se repasa, mes a mes, lo acontecido en el ya viejo 2020.
Más allá del Covid-19, tiene momentos para recordar los incendios en Australia, el impeachment o el proceso de destitución a Donald Trump y otros hechos importantes.
En la trama, distintos opinólogos, sean periodistas (Samuel L. Jackson), historiadores (Hugh Grant), voceros no oficiales (Lisa Kudrow), científicos, psicólogos, amas de casa o excéntricos millonarios, y hasta la reina Isabel de Inglaterra (Tracey Ullman), dicen cosas disparatadas sobre el año que se fue.
Por ejemplo, se habla del Covid, como un virus que en Wuhan “primero desconcierta a los doctores y luego los mata”.
Sobre esto, aparece un magnate de la tecnología, que tras escuchar el discurso de la joven Greta Thunberg en Davos sobre el cambio climático, decide comprar y arrasar un monte en Nueva Zelanda para construirse un bunker.
En “Muerte al 2020”, aparecen también –con esa particular mirada- muchos hechos desarrollados en Estados Unidos: las protestas por el accionar policial contra los afroamericanos, o la ineptitud del primer ministro Boris Johnson en Gran Bretaña, las elecciones presidenciales estadounidenses y burlas a Trump, pero también al presidente electo Joe Biden.