Delta del Paraná: declaran la emergencia ambiental en la zona que comprende 11 municipios

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, declaró este jueves la emergencia ambiental por 180 días en la zona del Delta del Río Paraná que corresponde al territorio bonaerense, y que comprende a 11 partidos: San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, Zárate, Campana, Escobar, Tigre, San Fernando, San Isidro y Vicente López.

El Decreto 1088, que se publicó el día martes 1 de diciembre en el Boletín Oficial, prohíbe la actividad de quema de pastizales y suspende “toda autorización o permiso de quema de vegetación en la zona declarada en emergencia ambiental”.

A su vez, la medida crea el Comité Interministerial de Emergencia del Delta (CIED), con el objetivo de articular junto a los organismos provinciales, nacionales y municipales las medidas de prevención, control y mitigación de los efectos producidos por los incendios y de identificación catastral de las zonas afectadas.

Dicho Comité estará bajo la coordinación de un representante del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros, e integrado por representantes de los Ministerios de Seguridad, de Gobierno y del Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS).

Por otro lado, se instruyó al Ministerio de Seguridad y al OPDS “a adoptar las medidas necesarias para elaborar en forma conjunta un Plan de Manejo del Fuego para la zona del Delta del Paraná en el ámbito de la provincia de Buenos Aires”.

El Delta del Paraná “es un inmenso humedal y, como tal, además de albergar una rica diversidad biológica, cumple múltiples y fundamentales funciones como la recarga y descarga de acuíferos, el control de inundaciones, la retención de sedimentos y nutrientes, la estabilización de costas, la protección contra la erosión, la regulación del clima y una extensa lista de bienes y servicios al hombre”, menciona el Decreto.

Y se subraya: “En los primeros meses del año en curso, se han detectado numerosos focos de incendio irregulares en la zona del Delta del Paraná correspondiente a las provincias de Entre Ríos, Santa Fe y Buenos Aires” que generaron “un impacto negativo sobre la integridad del ecosistema, poniendo en peligro no solo los principales recursos naturales sino también la calidad de vida y la salud de la población”.