Los terraplanistas, o defensores de que la Tierra es plana, existen desde hace muchos, muchos años. Sin embargo, en el último tiempo es posible ver cada vez más personas que defienden esta teoría que causa revuelo y polémica en el mundo del sentido común y la ciencia.
Para ello, es necesario considerar a dónde se remonta esta teoría de la tierra como plana:
El terraplanismo es un movimiento que inició con la Flat Eart Society (“Flat”, de hecho, significa “plana” en inglés, es decir, la Sociedad de la Tierra plana) en la década del 50, y cree que la NASA y las agencias espaciales montaron un circo con imágenes trucadas de la Tierra redonda. Además, dicen que la gravedad no existe (lo sentimos mucho, Isaac Newton) y que el planeta está rodeado por un muro de hielo impenetrable que sería la Antartida, al que nadie ha podido acceder, aunque hay teorías de que los nazis sí pudieron.
Pero eso no es todo, porque el movimiento de terraplanistas es tal que, el pasado 2 de marzo de 2019, un grupo de aficionados se encontró en la ciudad bonaerense de Colón y causó furor en las redes sociales. Allí se inició la primera convención de terraplanistas del país.
La comunidad científica se muestra entre desconcertada y burlona frente a este movimiento, sin embargo son muchos los fieles que sostienen que la tierra no es redonda (cuya teoría remonta a la Antigüedad y se descartó con el paso de los siglos) sino plana.
Entre sus explicaciones, los terraplanistas dicen que si la Tierra girara, un avión podría llegar a su destino simplemente elevándose en el mismo lugar, y que deberíamos ver las mismas estrellas en todo el mundo.
Las razones de los terraplanistas, indican los científicos, se caen por sí solas, y también dejarían por fuera muchos otros hallazgos como la Teoría de la Gravedad, como hemos dicho, y que ellos sostienen que no existe.
Además, también pierde valor el descubrimiento que le costó la vida a Galileo Galilei, sobre que el sol, en lugar de la Tierra, es el centro “del universo”. Si la Tierra es plana, entonces no gira sobre nada: adiós a la teoría de Galileo.
Cierta o no, a prueba y error, el terraplanismo sigue cobrando fuerza alrededor del mundo. ¿Acaso se trata de una crisis del saber?