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Cronos Noticias » En Foco » 18 ago 2020 16:10

Bitácoras bonaerenses

La cuarentena que “no existe”, la grieta y la vacuna como horizonte

Alberto cambió el discurso y ahora apela a la “responsabilidad social”, ante el agotamiento ciudadano por el aislamiento. El anuncio de la producción de la vacuna genera certezas y esperanza en la población. Mientras tanto, la polarización hace su negocio.


  • La cuarentena que “no existe”, la grieta y la vacuna como horizonte

Corría la noche del 19 de marzo. En las principales ciudades de la provincia de Buenos Aires, como La Plata, patrulleros policiales recorrían las calles con altavoces exhortando a la ciudadanía a quedarse en sus casas. “¡Cuidado! Vecinas y vecinos, en el marco de la emergencia sanitaria, decretada por el Gobierno nacional, el Ministerio de Seguridad de la Nación informa que para prevenir la propagación del coronavirus, se deberán respetar las medidas de distanciamiento social, evitando aglomeraciones de personas y evitando la circulación. Recordá que cuidarse es cuidar a todos”, repetían los móviles de la Policía Federal, mientras circulaban en calles que estaban a punto de transformarse en desiertas. El 20 de agosto se cumplirán cinco meses de la instauración de la cuarentena o lo que formalmente se denomina aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). Una eternidad dentro de un año que quedará marcado en la memoria colectiva. En columnas anteriores se habló de un cierto agotamiento de la población con la cuarentena, sobre todo en el AMBA (la zona más poblada del país y con la mayor cantidad de contagios). Esta situación, ya se dijo, llevó al tridente de porteños que gobiernan Nación, Provincia y Ciudad a mantener al Área Metropolitana en la Fase 3 desde mediados de julio, hasta el 30 de agosto, según lo anunciado por Alberto Fernández el pasado viernes 14 de agosto. El equilibrio.

“La cuarentena hace mucho tiempo dejó de existir”, dijo el Presidente en el anuncio del viernes, en una suerte de confesión o contención de lo que de hecho pasa en las calles del AMBA. Si bien al jefe de Estado se refirió a las aperturas que se fueron dando en estos meses, horas antes de anuncio desde la Casa Rosada dejaron trascender que el Comité de Expertos había recomendado a Alberto “dejar de hablar de cuarentena” para comenzar a resaltar el distanciamiento y la responsabilidad social. El escenario es que agosto trajo un combo impredecible sobre el andar del país en el sombrío sendero de la pandemia. La “flexibilización de hecho de la cuarentena” de gran parte de la ciudadanía, en su mayoría comerciantes asfixiados por el parate y necesitados de ingresos, pero también por los irresponsables de siempre. Los picos de contagio, que llegaron a los 7.663 casos el 12 de agosto, y el crecimiento en la cantidad de muertes registradas día a día. El dejar de usar la palabra “cuarentena”, o afirmar que “dejó de existir”. Y la luz de esperanza sobre la vacuna de Oxford que producirá la Argentina. El dato, para nada menor, que ya se analizó en anteriores columnas, es el rol de la “grieta” y su papel protagónico sobre el tablero político y sanitario. Las variables sobre la mesa.

Con una cuarentena que “no existe más”, con una vacuna accesible como horizonte y con la curva de contagios “amesetada” en el AMBA, como dijo el ministro de Salud de Nación, Ginés González García, el tiempo de la reactivación o reconstrucción demanda más protagonismo sobre un año que está por terminar su octavo mes. También en ediciones pasadas se habló de los planes pospandemia que la clase dirigente comenzó a nombrar en la esfera pública, y que apuntan a una recuperación de la economía vapuleada por el macrismo y golpeada por la pandemia. La (in)seguridad, como es su lamentable costumbre, también pide pista. Se torna necesario darle más protagonismo, subir un cambio y empezar a generar mayor motorización de la economía dentro de lo que ya es la “nueva normalidad” y el futuro de la pospandemia de la mano de la vacuna. El rol del Estado es fundamental y el Gobierno tiene que dar vuelta la página y comenzar a mostrar lo que la pandemia postergó: el plan de gobierno y las medidas para la reactivación. El marco nacional.

En la provincia de Buenos Aires la situación no es muy distinta. Es cierto que el territorio más poblado del país la tiene más difícil en la lucha contra el COVID-19, fundamentalmente porque en su territorio se encuentra el siempre convulsionado Conurbano. El discurso provincial estuvo marcado por el alarmismo radical del ministro de Salud, Daniel Gollan, y su subsecretario de Salud y Cuidados Integrales, Nicolás Kreplak. El gobernador Axel Kicillof trató de hacer equilibrio entre el discurso de comprensión a los efectos de la cuarentena en la sociedad, pero sin dejar de recordar el peligro que puede traer un colapso del sistema sanitario por la pandemia. Pero, más allá de lo discursivo, Kicillof también debe acelerar y comenzar a mostrar lo que será el plan económico para la “nueva normalidad” y la pospandemia. La Legislatura, con debates de por medio, aprobó la Ley de Financiamiento que solicitó el mandatario: 500 millones de dólares y 28 mil millones de pesos de endeudamiento. Desde las entidades empresariales, diputados opositores y el Ministerio de Producción que conduce Augusto Costa, preparan los planes y protocolos para que la Provincia pueda “tener la mejor temporada de turismo de los últimos años”. De eso se trata, de comenzar a dar destellos de certezas a los sectores que se vieron más afectados en lo que va de la pandemia. El plan de obras que tiene pensando el Gobernador, muchas relacionadas con este golpeado sector, son parte de este tren que tiene que comenzar a rodar. El marco debe más amplio y son varios los sectores que esperan por anuncios. Sobre esto no se puede soslayar el tema de la seguridad, que –como ya se dijo– apunta a presentar un escenario complejo en el futuro inmediato. El papel de Sergio Berni y su estilo, más sus enfrentamientos con su par de Nación, Sabina Frederic, y el caso de Facundo Astudillo Castro, representan un escenario volátil para el mandatario bonaerense, que tendrá que decidir y resolver de manera muy eficaz. Los dilemas bonaerenses.

Mientras tanto, la “grieta” hace su negocio y el escenario de polarización es frecuentado y sobreutilizado por el sector más duro de Juntos por el Cambio y el Gobierno nacional y provincial. En un tablero argentino protagonizado por los extremos, hay que poner un ojo sobre el sector moderado que encabezan en la oposición Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. La postura del jefe de Gobierno porteño sobre la marcha del #17A y la buena sintonía con Alberto, el posteo de la exgobernadora utilizando el “lenguaje inclusivo” que promueve el propio kirchnerismo (#DíaDeLaNiñez) que irritó al sector ultramacrista, son muestras de una estrategia que los referentes opositores vienen mostrando en las últimas semanas: “La superación de la grieta” y la “refundación” de Juntos por el Cambio. El dato no es menor y el Frente de Todos debe tomar nota de esa estrategia. Si hubo una lección que dejó las últimas elecciones, fue que no se ganaron sólo con el núcleo duro.

Por Juan Alfaro (ALFA)

Fuente: ANDigital

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