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Cronos Noticias » En Foco » 21 jun 2020 11:00

El escenario bonaerense

Un cambio de hábitos en la agenda de la dirigencia política

Fiel a su perfil militante, Axel Kicillof prefiere mantener “reuniones presenciales” pero la sucesión de contagios de Coronavirus entre distintos actores del mundillo político, provocó un cambio de hábitos.


  • Un cambio de hábitos en la agenda de la dirigencia política

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Desde ahora, la virtualidad dominará también la agenda del gobernador, más allá de alguna visita relámpago a la residencia de Olivos para reunirse con el presidente Alberto Fernández.

Esta semana, ni siquiera los alcaldes de los distritos más cercanos viajaron a La Plata como lo venían haciendo. El cambio de formato protocolar del acto con Kicillof para la firma de acuerdos de asistencia financiera municipal iba a ser presencial en sede gubernamental, pero algunos intendentes le pidieron al gobernador hacerlo por videoconferencia para no entrar en contradicción con el pedido a la gente de mantener la distancia social ante la circulación comunitaria del virus. Tal vez, sea un anticipo de la “nueva normalidad”.

Si fuera por el estilo de construcción discursiva de Kicillof, el aumento del número de contagios por Coronavirus que se disparó en la última semana merece un endurecimiento del aislamiento social, hoy por hoy, la única receta válida para combatir este virus altamente contagioso y que ahora impactó en la dirigencia política.

Por eso, la administración bonaerense insiste con tomar medidas "más drásticas" para evitar la expansión de contagios del Covid-19 y esquivar un “desastre” respecto del sistema de salud pública, como lo advirtió el jefe de Gabinete, Carlos Bianco.

Según la cuestión epidemiológica y de seguir con este ritmo de multiplicación de contagios en el Conurbano, en un mes y medio aproximadamente, la Provincia podría caer en una posible “saturación” del sistema sanitario.

En virtud de que los mensajes políticos cruzados generalmente no aportan nada bueno, el “axelismo” ministerial no quiere entrar en ese “juego sucio político” que proponen algunos referentes opositores más duros que, sin ningún tipo de responsabilidad institucional, actúan para romper el distanciamiento social saliendo a pedir flexibilizar la cuarentena y que se permitan más actividades comerciales.

Tanto por la cuarentena como por ser “ahijado político” de la vicepresidenta Cristina Fernández, Kicillof llegó a La Plata sabiendo de antemano que iba a tener que soportar cierta animosidad de “operadores mediáticos porteños” contra su gestión provincial, se asegura en las diagonales. 

Entendemos que lo que está en juego es la vida de la gente. Algunos en vez de usar barbijos o tapabocas, deberían utilizar un prudente cierra boca”, comentan en despachos ministeriales sin completar la metáfora.

La vertiginosa ministra de Gobierno, Teresa García, le sigue pasando “factura” a los intendentes de Juntos por el Cambio más críticos hacia la gestión de la pandemia a nivel provincial y a Kicillof en particular, por “intentar tomar todas las decisiones” sin “escuchar” a los jefes comunales de la oposición.

Frente a estos dichos, la experimentada ministra haciendo uso de la red social del pajarito, culpó directamente al intendente de Vicente López, Jorge Macri, de “envenenar” el microclima territorial. La funcionaria es la encargada de armonizar la relación política con los intendentes radicales y vecinalistas, aunque últimamente viene confrontando seguido con varios. Sobre todo con los que responden a la plana mayor macrista.

El gobernador subrayó que en su gestión “no hay municipios de primera y de segunda” y que seguirá trabajando por la “integración” de la Provincia. En ese sentido, destacó la solidaridad entre los municipios: “Aunque traten de incentivar divisiones, no tenemos fronteras”.

Una cadena de contactos estrechos dentro del armado opositor llegó hasta la exgobernadora María Eugenia Vidal y encendió las alarmas en el mundo político provincial. En rigor, nada justifica los encuentros personales de “rosca política” en tiempos de pandemia. En la Legislatura, las autoridades de la Cámara de Diputados ya resolvieron “circunscribir el trabajo de comisiones 100% a la modalidad virtual” por el contagio del vidalista Alex Campbell y por temor a un “efecto dominó” en ámbito parlamentario.

La vice Verónica Magario directamente exhortó a quedarse en casa mientras la curva de contagios de Covid-19 siga creciendo en el AMBA. La apelación a la “responsabilidad ciudadana” llegó después de la utilización del virtual “lanzallamas verbal” de intendentes peronistas del GBA contra el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta.

Por cuerda separada, Kicillof teme que su equipo ministerial se quede sin nafta ante la rutina diaria coyuntural y la recuperación pospandemia. Se sabe, la crisis de la actividad económica ya era compleja y con las medidas de aislamiento social dispuestas por la pandemia esta situación se agravó en la Provincia y también en los municipios.

La rápida decisión presidencial del aislamiento preventivo y obligatorio en el inicio de la pandemia, acompañada de medidas sanitarias y alimentarias fue acertada ante un contexto de extrema fragilidad de la economía que viene de arrastre del gobierno de Mauricio Macri, y que agravó todos los males.

La Gobernación, en ese contexto, decidió seguir arrojando un salvavidas financiero a los intendentes para que puedan hacer frente a sus gastos operativos, especialmente al pago de salarios municipales. Son $ 3 mil millones que se distribuyen en todos las comunas y no son reintegrables.

Además, y en sintonía fina con lo dispuesto por Nación, la Provincia resolvió, sin anestesia, pagar desdoblado el medio aguinaldo de los estatales que ganan más de $ 80 mil. Es decir, sólo buena parte de los funcionarios políticos con puestos jerárquicos (legisladores incluidos) cobrarán el aguinaldo en “cómodas cuotas”.

Por Ricardo Salas

Fuente: lanueva.com

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