Federico Thea, secretario General de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, es el “custodio de la firma” del gobernador, Axel Kicillof. Su área trabaja sobre “evaluar y elaborar, en su caso, los proyectos de actos administrativos, iniciativas y convenios” del Gobierno bonaerense. También debe someter al procedimiento de promulgación a las normas que emanen de la Legislatura, y protocolizar, registrar y archivar los actos dictados por el Gobernador.
El hombre nacido en José C. Paz, en diciembre asumió con 36 años y muchos galardones académicos en su haber. Es abogado de la UBA y tiene un máster en Derecho Público y Derechos Humanos de la Universidad de Londres. En cada institución se recibió con honores y distinciones. Fue rector de la Universidad Nacional de José C. Paz (Unpaz), cargo que asumió en 2015.
La Unpaz, es una casa de estudios donde Kicillof supo hacer buenas relaciones, intercambiar ideas para luego referentes de esa casa de estudios integrando su Gabinete.
Desde la llegada de Axel Kicillof a la Gobernación, la situación de Julio Conte Grand, actual Procurador General de la Provincia y nombrado por la gestión de María Eugenia Vidal, fue puesta en tela de juicio. Desde la Gobernación, salieron a pedirle su renuncia, algo que Conte Grand se niega rotundamente. El tema volvió a estallar en plena pandemia por el Coronavirus y las liberaciones de presos como punto de polémica.
-Particularmente vos que estás en un área que tiene que ver con lo legal y lo judicial ¿Cuál es tu pensamiento acerca del rol y la situación de Julio Conte Grand?
-Primero, me parece que hay que aclarar que no se trata de una discusión personal, no es necesario personalizar la discusión, sino tratar de tener la capacidad de analizar las situaciones de la Provincia con un poco más de objetividad y de criterio institucional. En ese sentido, en el derecho comparado entre otras provincias o de otros países hay dos modelos de Procuración.
Uno que es el modelo administrativista, en el que el Procurador suele seguir la política criminal del Poder Ejecutivo, y otro que es el que es más judicial, contemplando una figura de Procurador que tiene mayor independencia respecto de los otros poderes del Estado, y generalmente se les da carácter, al igual que los jueces, de inamovilidad en el cargo y que no tenga un plazo fijo en su mandato.
La Constitución de la Provincia eligió este segundo modelo en lo formal, pero cuando (María Eugenia) Vidal elige a su Procurador, elige a su secretario Legal y Técnico, no importa si se llama Conte Grand o cómo se llame. Por eso hay que despersonalizar la discusión, y hay incluso dispersiones, en ese momento porque el candidato a Procurador dice ´Yo voy a estar acá mientras dure este gobierno y después me voy´, asumiendo que le querían dar una impronta a la Procuración con esta doctrina administrativa, de la Procuración como un ejecutor de la política criminal que definiera al Ejecutivo.
Lo cierto es que cambió el gobierno y ahora pareciera que es un Procurador independiente, elegido por el pueblo de la provincia de Buenos Aires, sin tener vínculo con el gobierno anterior. Todos sabemos que no es así. Desde ahí se produce una situación contradictoria entre el rol institucional que debe cumplir y cómo fueron los hechos, incluso al momento en que fue nominado.
Fue nominado con determinadas características, que era su estrecho vínculo que hoy mantiene con la ex gobernadora. Esa situación para nosotros, si la analizo objetivamente, creo que no se condice con el rol institucional que la Constitución le asigna a la Procuración General, que por lo tanto debe ser revisada.
-Alguno te dirá también que fue votado por la Legislatura, con legisladores que incluso hoy están en el Frente de Todos
-Absolutamente, en la Legislatura también hay cambios políticos de acuerdo a la coyuntura y la conformación del Senado va variando también de acuerdo a los humores políticos, pero justamente, fue nominado con determinadas características.
La Legislatura lo aceptó con esas características en esa coyuntura, con declaraciones de que iba a ser Procurador de ese gobierno, que el día que María Eugenia se fuera, él se iba. No es un invento, son los hechos, sucedió así y seguramente la Legislatura también tuvo eso en cuenta y valoró que en ese momento estaba bien darle la posibilidad al Poder Ejecutivo de definir una política criminal a través de la Procuración general con esta visión administrativista.
Ahora cambia de gobierno, y pasan de tener la visión administrativista a tener la visión judicialista independiente, y ahí hay una contradicción. Si tenés la visión de que la Procuración tiene que funcionar como lo hace en otros modelos, no es que juzgue que una esté bien y otra esté mal. Marco que hay una contradicción que cuando sos gobierno decís que adherís a la doctrina administrativista y ahora decís que tiene que ser absolutamente independiente. Si efectivamente creen que tiene que ser independiente, hay que buscar a una persona que no responda ni al oficialismo ni a oposición.
-¿Entonces lo mejor sería que dé un paso al costado o renuncie para elegir a otra persona que se amolde a esta situación nueva?
-Insisto, me parece que uno pasa por los cargos coyunturalmente, no se puede aferrar bajo cualquier circunstancia y acomodar los discursos a como a uno le quede mejor. Hay una situación objetiva, de ciertas características institucionales que tiene la provincia de Buenos Aires, y que se mantuvieran la coherencia, deberían aceptar que en este caso, el Poder Ejecutivo actual defina cuál es el perfil del Procurador para esta etapa.
- Hay una que queda vacante en la Suprema Corte bonaerense ¿Hay avances sobre eso? ¿Tienen nombres en mente? ¿Cómo te gustaría que sea?
-La verdad es que la Corte está funcionando casi a pleno, no hay una necesidad imperiosa de cubrir ese cargo, sinceramente no está en carpeta hoy. La agenda está casi totalmente tomada por esta emergencia de Coronavirus. No significa que la agenda institucional no continúe, pero sí están más limitadas a las cuestiones de absoluta necesidad y urgencia y con una Corte con sólo una vacante no amerita ocuparse de esa compleja situación al día de hoy, con la situación en la que estamos viviendo".
-Se han conocido declaraciones de Vidal, que pidió a dirigentes de Juntos por el Cambio “salir a buscar votos”, con una proyección electoralista ¿Cómo lo tomás vos particularmente? Hay funcionarios del gobierno bonaerense han salido cuestionar.
-Creo que salieron a aclarar que no eran momentos. Me parece que esta situación que vivimos nos atraviesa a todos los argentinos y argentinas, y debemos entender que todos los que tenemos responsabilidades como dirigentes políticos, estén en el oficialismo o en la oposición, es una situación que ni siquiera se asemeja a otras grandes crisis económicas, ni humanitarias como pueden ser las bélicas.
Por la magnitud que tiene esto, es algo único que tiene componentes sanitarios, sociales, políticos, económicos, geopolíticos que implican una situación muy novedosa, dinámica en la que tenemos que estar todos los días viendo qué es lo que pasa en otros lugares del mundo comparando.
Como dijo Axel, ´Comparar para aprender´, e ir adaptando las medidas. Eso nos involucra a todos, a los que tenemos responsabilidades de gestión en el Ejecutivo, pero me parece que involucra a toda la dirigencia política en algo que es único en la historia reciente de la humanidad. Entonces este tipo de discusiones casi de ciencia ficción, porque nadie puede saber qué va a pasar dentro de un año.
Los esfuerzos tienen que estar concentrados, como dice el Gobernador, en construir qué país queremos para cuando empecemos de a poquito a pasar esta situación, y mientras tanto hacer todos los esfuerzos para cuidar a la gente, para cuidarnos entre todos los argentinos y argentinas más allá de las ideologías, los partidos políticos.
Por Juan Alfaro (ALFA) | Especial para CRONOS