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Cronos Noticias » En Foco » 26 may 2020 14:43

Bitácoras bonaerenses

El difícil equilibrio entre récord de contagios, la economía y la puja política

Mayo trajo una escalada considerable de casos de coronavirus. Las medidas de circulación en el AMBA se acentuaron. Los cruces con Larreta, Vidal y la utilización de la grieta.


  • El difícil equilibrio entre récord de contagios, la economía y la puja política

La última semana no trajo buenaventuras, los casos de contagios de coronavirus rompieron record un día tras otro. De superar la barrera de los 500, se pasó de un salto a contar con más 700 casos en un solo día. Los famosos picos, que se anunciaron que iban a llegar en mayo, deambulan por todo el territorio argentino, sobre todo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la zona que concentra más del 60 por ciento de los contagios. Ese crecimiento exponencial de los positivos de Covid-19 llevó a que Alberto Fernández, una vez más acompañado por el gobernador Axel Kicillof y el jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, anuncie en conferencia de prensa la extensión de la cuarentena hasta el 7 de junio. Las caras no fueron las mismas que el anterior anuncio, la situación no era para menos. Pero también, el coronavirus y la cuarentena, dejan sus ribetes políticos. Se sabe, que el AMBA, esa “megaciudad” que componen CABA y 40 municipios bonaerenses, están estrechamente conectados y la circulación de personas es una de las más altas del mundo. El crecimiento superior de los contagios en la Capital Federal que, en la semana que pasó, registró un temblor en la Villa 31, provocó cruces y polémicas entre funcionarios bonaerenses y porteños, con intenciones –incluso- del mediático ministro de Seguridad de la provincia, Sergio Berni, de “aislar” todo el territorio porteño “si era necesario”. Un combo sobre un escenario tenso.

Más allá de los condimentos políticos, que inevitablemente seguirán creciendo a medida que se extienda la cuarentena y los efectos económicos sigan golpeando a varios sectores, en lo único que coincidieron Alberto, Kicillof y Larreta es en que la cuarentena se ajustará y será más estricta para bajar la circulación de las personas, sobre todo -ya se dijo- en todo el territorio del AMBA. El temor a una escalada mayor en lo contagios preocupa por igual a los mandatarios bonaerense y porteño. De hecho, en esta ruleta que es la circulación del coronavirus, a Kicillof le estalló un pico en un barrio popular. Este domingo el gobierno provincial, mediante un megaoperativo con Berni disfrazado con un traje amarrillo antiradiación, detectó 53 casos de COVID-19 en la “Villa Azul”, una zona muy vulnerable que comparten los distritos de Quilmes y Avellaneda, que comandan Mayra Mendoza y Jorge Ferraresi del Frente de Todos. Para evitar la propagación del virus se decidió aislar completamente la “Villa Azul” por quince días: se llama “cuarentena comunitaria”. En este nuevo capítulo de esta pandemia mundial, que azota por igual y sin distinciones, en gobernación reconocen: “Es nuestra Villa 31”. El estallido en esta zona vulnerable, hizo –según trascendidos- que Kicillof no asista al Tedeum en La Plata por el 25 de mayo, que encabezó el Arzobispo Víctor Manuel “Tucho” Fernández. Preocupaciones bonaerenses.

El objetivo central más que nunca está en que la escalada de contagios no siga creciendo y ahuyentar como sea el fantasma de un colapso en el sistema de salud bonaerense. La situación no es la mejor, la cuarentena lleva más de dos meses de cumplimiento y sería ilusorio negar que en la gente existe una aflicción y, sobre todo, una gran incertidumbre económica. Pero más allá de las respuestas molestas de Alberto ante preguntas sobre el tiempo de la cuarentena, lo cierto es que la política central de la Casa Rosada estuvo más que clara desde un principio. "Si el dilema es la economía o la vida, yo elijo la vida", dijo el presidente allá por el 23 de marzo. El escenario y las decisiones no son fáciles. Si bien el propio Alberto destacó que hay provincias (con poca cantidad de contagios o con ninguno) que están reactivando su economía, la realidad muestra que precisamente es el AMBA donde hay mayor casos de coronavirus, hay mayor concentración de la pobreza y es -también- dónde vive la mayor cantidad de población del país, que trabaja y subsiste día a día en esta o en una situación normal, y que se ve afectada enormemente por los efectos económicos de la pandemia. Los daños colaterales.

“No puede evitar antagonizar y en un momento donde ser antigrieta suma (es uno de los principales aciertos), se vuelve a definiciones políticas que no sólo dividen, sino que activan a la oposición. Sigan a sus opositores de confianza para más datos”, resalta el consultor Mauro Becerra, sobre la intervención de Kicillof en la conferencia de prensa. El efecto de hablar de la gestión de María Eugenia Vidal surtió efecto inmediato, desde Juntos por el Cambio salieron a retrucar al gobernador y se generó un nuevo cruce sobre la situación del sistema sanitario bonaerense y las acusaciones de responsabilidad. Contrario a ocasiones anteriores, esta vez la exgobernadora dejó trascender una respuesta, que según informaron, la dijo en privado: “En medio de una pandemia donde cada día contamos muertos y viene posiblemente la peor etapa, ellos hacen política. No me van a encontrar ahí en este momento”. El clima político no está ajeno a la extensión de la cuarentena. La reactivación de la Legislatura bonaerense en su modo virtual de videoconferencia, los cuestionamientos más seguidos de la oposición a las políticas económicas de Kicillof, los desacuerdos en si hay que habilitar o no distintas actividades en los municipios bonaerenses y el trasfondo de la grieta metiéndose en la pandemia y la cuarentena, hacen que las postales de “unidad” que la clase política mostró al principio de todo esto, quede para una linda foto en el álbum de los recuerdos. Pulseadas políticas en tiempos de COVID-19.

En lo que sí coinciden todos es que se viene un crecimiento importante de los contagios de coronavirus. La discusión sobre los “enamorados de la cuarenta”, los “anticuarentena” o cualquier otra adjetivación, solo sirve para alimentar la grieta y los 280 caracteres que tiene TW (sin contar los largos hilos). Mientras tanto, no solo se trata de cuidar la salud de las personas, sino también de que el Estado en todas sus variantes genere políticas de contención real y accesible para todos, en salud, en lo social y en lo económico. Hay sectores y familias que hace dos meses no pueden generar un peso de ingreso para sus hogares. Hay comerciantes que sobreviven como pueden y se endeudaron hasta el 2022. No se trata de clases populares o clase media, no se trata de consumismo capitalista, se trata de contener los gastos familiares en medio de una pandemia mundial que asusta a todos y le cambió la vida a todos.-

Por Juan Alfaro (ALFA)

Fuente: ANDigital

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