El nombre del interno es Julián Arakaki y tiene 50 años. Se había infectado en un hospital de Avellaneda al que lo habían llevado para dializar, por un tratamiento que se hacía todas las semanas. Después de dos semanas y dos test que dieron negativo, le dieron el alta.
Arakaki fue condenado a prisión perpetua por asesinar a su hija de 8 años en 2012, en la localidad de Martínez. Tras ser el primer preso en contraer Coronavirus en el país, fue dado de alta y ahora se aloja en el hospital penitenciario de Olmos, La Plata.
De este modo, desde que se confirmó la infección por Coronavirus, el recluso estuvo internado desde el 17 de marzo hasta ayer, en el hospital Presidente Perón de Avellaneda. La semana pasada ya le dieron negativos dos tests de COVID-19.
Tras el alta médica, la jueza de Ejecución Penal 2 de San Isidro, Victoria Elías García Maañon, a cargo del control de su pena, le ordenó al Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que vuelva al sistema penitenciario, y lo trasladaron a la Unidad 22 de Olmos, que no es una cárcel común, sino el Hospital General de Agudos Mixto del SPB.
Arakaki contrajo Coronavirus en el Hospital Perón de Avellaneda. Era trasladado tres veces por semana desde la Unidad 42 de Florencio Varela a allí, para ser dializado, porque tiene una enfermedad crónica renal y además es diabético, razón por la que el año pasado le amputaron una de sus piernas.
En su última internación, se le detectó fiebre y, al hacerse los estudios, se determinó que tenía Coronavirus.