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Cronos Noticias » En Foco » 13 abr 2020 15:54

Bitácoras bonaerenses

Kicillof, el coronavirus como enemigo común y la oportunidad de mostrar liderazgo

El aislamiento social entró en una segunda etapa llamada cuarentena administrada. Cómo se configura el andar del Gobernador en la relación con la oposición en medio de una pandemia que afecta a la población. El escenario.


  • Kicillof, el coronavirus como enemigo común y la oportunidad de mostrar liderazgo

La libertad nos fue arrebatada. El encierro se convirtió en una cotidianeidad indeseada. Nuestras paredes se convirtieron en cárceles protectoras involuntarias. Una grotesca paradoja. La pandemia del Coronavirus pone a prueba a los ciudadanos y la clase gobernante, una prueba de fuego. Nadie pensó que sería así, casi de ciencia ficción. Pero la realidad sigue su curso y los desafíos aumentan a medida que pasan los días de aislamiento social, que según explicó Alberto Fernández, pasó a una segunda etapa: la cuarentena administrada.

Todos los componentes están en juego, la salud, la economía, el humor social y la política. “Estamos recién en el entretiempo del partido”, resume a modo de metáfora un dirigente peronista de amplia trayectoria. Nadie sabe, ni el Presidente, cuándo terminará la cuarentena. Lo que es cierto, son los datos que puso sobre la mesa el viernes 10 de abril y que muestran que la cuarentena iniciada el 20 de marzo está rindiendo su frutos. Sin tapujos, Alberto advirtió que sin el aislamiento obligatorio, los contagios en el país hubieran sido de más de 45 mil y no los 2.208, hasta el cierre de esta edición. Un dato alentador, sin dudas, que propina fuerzas para seguir soportando el encierro y todas sus calamidades diversas. El rol del pueblo, de la ciudadanía, de los bonaerenses es cumplir con la cuarentena, por ahora hasta el 26 de abril, y ayudar a evitar un brote abrupto de contagios que produzca el colapso de los sistemas de salud, como ocurrió en España e Italia. El rol de la sociedad.

Pero la clase política bonaerense, gobernante, oficialismo y oposición también tienen su rol y quizá más importante. No solo se trata de generar políticas sanitarias a la espera de los picos de contagios (presuntamente para mediados de mayo). No solo se trata de controlar y hacer cumplir la cuarentena obligatoria. No solo se trata de generar programas de contención económica para los sectores más golpeados por el parate y obviamente para los más vulnerables. También se trata de confluir en un solo objetivo -oficialistas y opositores- contra el enemigo común que genera el coronavirus. Se trata de hacer que la mayor parte de las riendas del Estado sigan en funcionamiento. Porque si se habla del valor del Estado en esta pandemia de ciencia ficción, el Estado también tiene que estar en su mejor funcionamiento. Se necesita liderazgo, de esos que presentan una oportunidad única (palabra más que precisa) en la historia. Axel Kicillof puede enfilarse en ese camino, es más, los hechos se lo demandan. El deber ser.

Los días pasan, la cuarentena golpea la economía de varios sectores de la ciudadanía. Es por eso que más allá de las políticas nacionales y provinciales que hasta ahora se generaron desde los gobiernos, es necesario que las instituciones comiencen a funcionar en más porcentaje. Desde la oposición provincial piden que la Legislatura comience a funcionar nuevamente. En diversos proyectos parlamentarios, se presentan distintas formas para realizar sesiones, sea por videoconferencia de forma virtual o presencial en lugares más grandes donde se respete el distanciamiento social permitido. Así mismo, reclaman que se conformen las diversas comisiones en Diputados y en el Senado, necesarias para comenzar a arrancar motores. Dato no menor, la Legislatura bonaerense no tiene una sesión desde finales de enero, estuvo parada todo febrero y parte de marzo, hasta antes de la irrupción del coronavirus. Las comisiones, por diversas internas del oficialismo, tampoco se conformaron. Generalmente, ante un recambio de autoridades o de mando en Gobernación, se conforman antes del discurso de Apertura de Sesiones que da el mandatario de turno. El discurso de Kicillof fue el 2 de marzo y hasta esa fecha no hubo novedades de las comisiones. No está demás decir que es más que necesaria la conformación de estas comisiones, es parte fundamental del funcionamiento de la Legislatura y por lo que los legisladores cobran un sueldo. En situación normal, sin comisiones, ningún proyecto o resolución puede avanzar. En una situación de emergencia como la actual, urge con más motivo que las comisiones funcionen. El funcionamiento del Estado.

Sobre este tablero complejo y contingente, también requiere de liderazgo la relación del Gobernador con la oposición. El 2 de abril, Kicillof recibió en la Residencia Oficial a todos los presidentes de bloques de la Legislatura bonaerense, oficialistas y opositores. Un hecho más que aplaudible. En rigor, toda la oposición (más diversificada en Diputados), se mostró alineada al manejo de la crisis que tiene Alberto Fernández en Nación y Axel Kicillof en Provincia. Desde Juntos por el Cambio le dejaron una lista de propuestas al mandatario bonaerense, sobre todo apuntadas a la contención económica de los municipios, PyMEs, monotributistas y autónomos, así como de encontrar mecanismos para sesionar en forma permanente. Hasta la fecha, no hubo respuesta o acción del Ejecutivo provincial acerca de estas propuestas. Con el pasar de los días, la oposición en general pide “más acción” sobre el terreno político. De hecho, el jueves 9 de abril por la noche, María Eugenia Vidal, volvió a escena y mantuvo una reunión por videoconferencia con los senadores de Juntos por el Cambio. Varios de los participantes dejaron trascender que Vidal instó a reclamar que el Gobierno bonaerense integre a la oposición en la toma de decisiones y acciones sobre el coronavirus (por ejemplo para integrar el Comité de Crisis), como viene ocurriendo a nivel nacional con Alberto. Además, la exmandataria reclamó que “se active la Legislatura”. En esa línea, Vidal confió a su tropa que había dialogado con Kicillof “para ponerse a disposición” y que mantiene conversaciones con intendentes y referentes distritales de Juntos por el Cambio. El mensaje final fue de acompañar y ponerse a disposición de todas las medidas que tomen el Presidente y el Gobernador. El funcionamiento de la política.

Con la nueva etapa de la cuarentena administrada en marcha y la posibilidad de “flexibilizar” el aislamiento en algunas zonas, surgen otros escenarios sobre los cuales Kicillof debe mostrar liderazgo. Hasta ahora, en general, los municipios bonaerenses grandes, medianos y chicos, del Conurbano o del Interior no quieren saber nada con “flexibilizar” la cuarentena. Es más, a medida que pasan los días, los controles y el uso de barbijo o tapabocas se hacen más estrictos. Sin embargo, más allá de esa coincidencia, son varios los intendentes que dejan trascender que Provincia “no envía la ayuda suficiente” para enfrentar esta pandemia, no solo a nivel sanitario, sino en cuanto a la economía. Se sabe, la cuarentena afectó en gran medida las economías municipales, principalmente por la falta de recaudación de tasas. Sobre ese sendero, desde la oposición también piden por “más gestos del Gobernador en tiempos de pandemia” y reclaman que visite y reciba a intendentes de otro color político, como lo hace con los oficialistas. Muchos opositores, al igual que los del peronismo, destacan que “tienen mejor relación con Alberto” y hasta no dudan en resaltarlo en público. “Nos atiende más y hasta nos recibe en Olivos”, afirma un alcalde opositor. Son detalles, para nada menores, menos en tiempo donde la población y hasta los dirigentes necesitan contención de todo tipo. El liderazgo es eso, ponerse al frente de todos, con todos y encabezar esta lucha contra el enemigo.

Fuente: ANDigital

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