Los familiares de internos del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) fueron exceptuados del decreto que prohíbe la libre circulación por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos para que puedan llevar alimentos a las cárceles. También se autorizó la continuidad del servicio privado de encomiendas que utilizan los presos.
Según explicaron desde la cartera que conduce Julio Alak, la medida apunta a llevar tranquilidad a la población carcelaria, e indicaron que los alimentos que usualmente se entregan en los penales son complementarios de las cuatro comidas que les da SPB, entre ellos yerba, azúcar, golosinas y artículos de higiene personal.
Desde que la pandemia del Coronavirus llegó al país, se establecieron mesas de diálogo entre las autoridades del Ministerio, las cárceles y los internos, quienes voluntariamente decidieron suspender las visitas familiares para evitar la propagación del virus dentro de los establecimientos penitenciarios.
El permiso será intransferible y la persona portadora deberá acreditar su identidad, la del detenido y también su ficha criminológica.