9 dic 2025
En la madrugada de este martes se produjo el peor de los crímenes en la localidad de Huanguelén, en el partido de Coronel Suárez. Un hombre de 48 años y profesión camionero, cometió un filicidio seguido de suicidio. Minutos antes se comunicó con la ex pareja y madre del niño de 4 años, para comunicarle donde se encontraba y lo que planeaba hacer.
Además escribió una impactante carta que publicó en su estado de la red social WhatsApp.
Alrededor de las 0:30 Daiana García, una sargento de la Policía Comunal, recibió un llamado de la ex pareja que en ese momento se encontraba con Francisco, el hijo de ambos y de solo cuatro años.
Gustavo Suárez, de 48 años, le comentó que estaba a pocos metros del acceso a Huanguelén, sobre la Ruta 60. Además le dijo que se iban a morir.
La mujer de 34 años se comunicó desesperada con sus colegas y en poco minutos móviles policiales localizaron el camión Mercedes Benz 2035 detenido en la banquina y en la cabina la macabra escena: Suárez estaba sin vida y el nene de cuatro años agonizaba como resultado de un impacto de bala en la cabeza.
Los agentes tomaron al niño y se dirigieron al nosocomio local donde falleció poco después.
La cabina del transporte presentaba manchas hemáticas y en la mano derecha del filicida hallaron una pistola Bersa calibre .22.
Fuentes oficiales señalaron que la relación entre los ex cónyuges era muy mala y violenta, también que los dos realizaron varias denuncias contra el otro. El jueves 4 de diciembre había vencido una medida cautelar impuesta por la Justicia.
Antes de cometer el peor de los crímenes y suicidio, Gustavo Suárez le escribió una carta a la ex pareja y la publicó en su estado de WhatsApp.
«Daiana, nos vamos con Fran así estás tranquila como lo decidiste, te propusimos que no te vayas a Pigüé y lo hiciste igual, no te importó el amor de tu hijo, así que ahora hacete cargo de tus actos. Me volviste a mentir en la cara, te burlaste de mi otra vez y no te lo voy a permitir. Siempre con mentiras como vos estás acostumbrada a tratar a todo el mundo. Tenés que aprender a no mentir y jugar con las personas y sentimientos de ellas. Yo te había dejado el camino libre hasta hace poco cuando me empezaste a invitar a tu casa y me propusiste irnos a vivir a otro lado y tener otro hijo. Me parecía medio loco todo pero lo único que quería era ver a mi hijo crecer feliz con su mamá y papá y con un hermanito aún más. Luego arrancaste con un martes trece como siempre, ahora a llorar a la iglesia Daiana García. Me voy con mi bebé Francisco porque le prometí cuidarlo siempre y así lo haré. Él va a estar bien junto a mi donde quiera que estemos y no en una vida de mierda que le podés dar vos acá dejando tirado en un lado ú otro para irte con algún macho porque es lo primero que siempre hacés. A vos el nene no te importa y nunca te importó. (…) Ahora seguí con tu vida como vos decís, con tus 34 años, pero veamos qué tan feliz sos cuando veas un nene como Fran con su mamá, con su guardapolvos de jardín como usaba tu hijo o veas jugando niños jugando como podría estar él y se lo arrebataste vos por una vida de turra y te plantearás si es mejor vida esa o la de una familia. Te lo dije Daiana, el que ríe último, ríe mejor y no me diste bola y seguiste burlándote, eso lo tenés que pagar. Yo a Fran lo voy a seguir cuidando siempre conmigo. En cambio vos no lo vas a volver a ver nunca más, vos te lo perdiste y tuviste la oportunidad de verlo crecer, pero no, decidiste como siempre, irte (…) antes que tu hijo y no vengas a hacerte la mamá luchona porque no lo sos. Andá y hacé esa vida que querías, pero nunca va a ser como la que vivimos en familia como cuando nació Fran. Ahora no nos llores ni te pongas en el papel de víctimas porque si hubo una víctima fuimos nosotros de todas tus mentiras siempre. Donde quieras que vayas, aunque no quieras, los recuerdos con nosotros estarán presentes y veremos qué tan feliz son con tu vida. Lo tenías todo y lo perdiste, así que ahora me toca decírtelo a mi, pan y ajo, no valés nada Daiana ni como mujer, ni como madre, ni como persona. Te merecés lo peor por el resto de tu vida y sé que así será (…) no servís para dar hijos y lo sabés ya que Fran fue un milagro después de tantas pérdidas y lo sabés bien a eso».
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