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Reforma urbana

La Plata aprobó su nuevo COUT: cambios clave en alturas de edificios y uso del suelo en la capital provincial

Con 22 votos a favor, el Concejo Deliberante respaldó la reforma urbana impulsada por Julio Alak, que redefine alturas permitidas, densidades y criterios de construcción para los próximos 50 años. El debate fue intenso y dejó cruces entre oficialismo, oposición y la única edil que votó en contra.

3 dic 2025

El Concejo Deliberante de La Plata aprobó la reforma del Código de Ordenamiento Urbano Territorial (COUT) impulsada por el intendente Julio Alak, en una sesión cargada de tensión y debate. Con 22 votos a favor, un solo rechazo y una ausencia, el oficialismo logró sumar el acompañamiento de la mayoría de los bloques opositores para avanzar con una normativa que reconfigura el desarrollo urbano para las próximas décadas.

El nuevo COUT establece cambios sustanciales en las alturas máximas permitidas para los edificios, uno de los puntos más discutidos durante su tratamiento. En las avenidas centrales del casco urbano y en la Circunvalación, la altura tope será de 10 pisos, mientras que en corredores de barrios periféricos se reducirá a seis niveles, con el objetivo de equilibrar densidades y preservar identidades barriales.

En las calles de una sola mano del casco fundacional, la norma fija un máximo de ocho pisos, evitando la convivencia de manzanas con viviendas bajas junto a torres de gran porte. Según el oficialismo, estos parámetros buscan corregir “desbalances urbanos acumulados” y garantizar una planificación coherente para los próximos 50 años.

Durante la sesión, la presidenta de la comisión de Planeamiento, la edil de Unión por la Patria, Cintia Mansilla, destacó el consenso alcanzado entre las distintas fuerzas políticas. Aseguró que el nuevo COUT es un “marco actualizado y participativo” y que incorpora más de 270 aportes recibidos a través de instancias públicas y consultas ciudadanas.

Desde la oposición, el presidente del bloque PRO, Juan Garmendia, justificó su acompañamiento al señalar que la reforma “genera inversión, empleo y previsibilidad”, aunque cuestionó la velocidad del tratamiento. En la misma línea, el radicalismo valoró el debate pero remarcó que el proyecto llegó con “poco tiempo” para la revisión del Consejo de Ordenamiento Territorial.

El único voto negativo fue el de la concejala libertaria Belén Muñoz, arquitecta de profesión, quien argumentó objeciones técnicas y cuestionó la falta de un proceso de análisis más profundo. Consideró que la reforma presenta “vacíos legales”, carece de una transición ordenada entre la normativa anterior y la nueva, y calificó al COUT aprobado como un código de “tinte intervencionista”.

Sus críticas generaron respuestas cruzadas dentro del recinto. Ediles de Unión por la Patria, PRO y la UCR defendieron la reforma, cuestionaron los argumentos de Muñoz y remarcaron que la planificación urbana requiere un rol activo del Estado para evitar la expansión desordenada que sufrió la ciudad en la última década.

El proyecto aprobado también tuvo cambios de último momento tras negociaciones con la oposición, especialmente en los parámetros de altura y en el Coeficiente de Unidades Funcionales (CUF). Además, se estableció que los expedientes ingresados antes del inicio del debate no estarán alcanzados por la nueva normativa, buscando evitar conflictos con procesos en curso.

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