24 nov 2025
La Unión Tranviarios Automotor (UTA) lanzó un fuerte ultimátum a las empresas de colectivos del AMBA y del interior, advirtiendo que habrá paros desde la primera semana de diciembre si no se pagan sueldos y aguinaldo en término. La disputa se encendió tras las trabas para actualizar subsidios y el riesgo de que miles de pasajeros queden sin servicio.
El gremio declaró el estado de alerta y avisó que ninguna línea seguirá operando si la compañía responsable no abona lo que corresponde. La conducción de la UTA sostiene que la situación no admite más excusas y que la demora en los pagos sólo agrava el malestar entre los choferes, que vienen reclamando certidumbre en medio de un escenario económico cada vez más tenso.
La tensión escaló después de que las cámaras empresarias propusieran abonar el sueldo de noviembre en dos tramos y el medio aguinaldo en seis cuotas. Según las firmas, los retrasos de Nación en el envío de subsidios dejaron desfinanciado el sistema. Para la UTA, este planteo implica trasladar la crisis a los trabajadores y romper un acuerdo básico: cobrar en tiempo y forma.
Mario Caligari, secretario general del gremio, fue terminante al fijar los plazos: si el cuarto día hábil no está acreditado el salario completo, habrá paro inmediato en cada empresa incumplidora. El dirigente recordó que los choferes garantizan el servicio todo el año y que no pueden quedar a merced de decisiones administrativas que los dejen sin ingresos.
Del lado empresario, las cámaras remarcaron en una carta a las autoridades de Transporte y Trabajo que la tarifa técnica está un 30% por debajo de los costos reales y que las demoras en subsidios volvieron insostenible la operación. Aseguran que sin un refuerzo urgente no pueden afrontar los sueldos completos, por lo que piden un esquema transitorio para evitar el colapso financiero.
Por ahora no hay un paro general anunciado, pero sí un escenario de posibles interrupciones selectivas desde diciembre si no aparece una salida. Con negociaciones todavía abiertas y posiciones muy alejadas, la amenaza de paros escalonados mantiene en vilo a usuarios y autoridades, mientras la UTA se planta firme contra cualquier intento de pago fraccionado.
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