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Cruces legislativos

El Senado bonaerense pone en pausa el tratamiento de alivio fiscal para intendentes

La Cámara Alta bonaerense sigue sin tratar el proyecto clave para suspender las deudas municipales por el Fondo Covid. Diputados volverá a postergarlo y crece la presión sobre la vicegobernadora, señalada por paralizar la agenda legislativa.

18 sep 2025

El Senado bonaerense continúa sin tratar el proyecto enviado por Axel Kicillof para suspender el pago de las deudas municipales originadas durante la pandemia del Covid-19 en 2020. Aunque Diputados sesionará este jueves 18 de septiembre y el tema figura en el Orden del Día, su tratamiento volverá a postergarse. ¿La razón? En la Legislatura bonaerense todos apuntan a una misma responsable: la vicegobernadora Verónica Magario.

La iniciativa busca aliviar las cuentas de los municipios que, entre 2020 y 2021, recibieron fondos de emergencia sanitaria y salarial para cubrir gastos urgentes como el pago de sueldos o servicios esenciales. Pero hoy esas deudas, en contexto de inflación y ajuste, se convirtieron en un lastre financiero para muchas intendencias, incluso oficialistas.

El proyecto fue presentado en mayo por el Ejecutivo provincial, pero desde entonces quedó “cajoneado” en el Senado. Mientras Diputados ya mostró voluntad de tratarlo, el expediente sigue estancado en la Cámara Alta, sin sesión ni definición política. La parálisis puso en alerta a los intendentes, que reclaman definiciones urgentes.

A nivel legislativo, la iniciativa ya tiene dictamen de la Comisión de Presupuesto del Senado desde junio, donde el oficialismo logró imponerse por 8 a 7 con el voto clave de la senadora del Frente Renovador, Sofía Vanelli. Pero desde entonces, la presidenta del Senado no convocó a sesión ni logró alinear a los bloques.

El expediente no sólo contempla la suspensión del pago de deudas por el Fondo Covid, sino que forma parte de un paquete más amplio que incluye emergencias, creación de cargos, autorización de deuda por más de mil millones de dólares, y nuevas atribuciones al Tribunal de Cuentas. Esa amplitud es lo que también alimenta las tensiones con la oposición, que pide compensaciones a cambio.

El nudo político es evidente. Mientras Kicillof necesita oxígeno financiero para sostener su gestión, varios bloques opositores plantean que no pueden seguir votando “a libro cerrado”. Quieren discutir designaciones clave en organismos estatales, donde hay cargos vacantes desde hace meses, como el Banco Provincia o la Dirección General de Escuelas.

En el medio, los intendentes, de todos los colores, miran con creciente incomodidad. Muchos ya están complicados para afrontar pagos y esperan que el alivio llegue antes de que termine septiembre. Por eso, algunos legisladores oficialistas advirtieron que también debería sancionarse a quienes fuercen a los funcionarios municipales a cumplir con pagos que aún no están regularizados por ley.

“Esto no es una discusión teórica. Las cuentas no cierran, y cada día que pasa sin una definición agrava la situación”, dijo en off un legislador que responde a un intendente del Conurbano. En voz baja, varios ya señalan que el problema no es el proyecto ni la oposición, sino “que Magario no quiere mover el tablero”.

La presión crece, y la política mira de reojo el calendario. A pocas semanas de las elecciones de octubre, la falta de sesiones en el Senado se convirtió en un ruido innecesario dentro del peronismo. En la cuenta regresiva, todos esperan que Magario quite el freno y le devuelva algo de ritmo al tablero legislativo.

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