16 ene 2025
El último lunes dos amigas y el conductor de un auto de alquiler, fueron las víctimas de un dramático hecho de inseguridad y violencia urbana.
Alrededor de las 18 y a bordo de un Uber, las mujeres llegaron hasta la casa de la madre de una de ellas sobre la calle Santos Vega, a unas diez cuadras de distancia de la rotonda de Llavallol.
Cuando se despedían en la acera y antes que una continúe su viaje, fueron sorprendidas por tres delincuentes que se movilizaban en una Suv de color azul.
Una de las amigas tuvo una rápida reacción y se zambulló en los asientos traseros del Uber mientras que la amiga, aterrada, abrió la puerta del acompañante y se paralizó.
Los delincuentes se aproximaron al vehículo arma en mano y el chofer intentó escapar marcha atrás pero solo recorrió unos metros: la pasajera que tenía atrás le gritó que se detenga cuando vio que la amiga era arrastrada por el pavimento y desaparecía bajo el rodado.
El conductor fue encañonado por uno de los maleantes que lo bolsiqueó y sacó del habitáculo con brutales tirones.
Mientras la pasajera abandonó el auto y tiró la cartera al patio de una vivienda, el dubitativo segundo delincuente le arrebató el bolso a la amiga que permanecía tirada en la calle.
Instantes después los dos delincuentes abordaron el Uber y con la puerta del acompañante inservible, se alejaron del lugar.
La mujer que fue arrastrada por la calle y había llegado a la zona para a visitar a la madre, se recupera de las heridas y laceraciones que sufrió en la pierna izquierda.
La amiga recuperó la cartera que arrojó en la casa vecina y el conductor del Uber hasta el momento no halló el rodado.
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