9 oct 2024
Las localidades de la zona norte de La Plata, históricamente tranquilas y seguras, cada día que pasa se parecen más a las abandonadas ciudades del Conurbano bonaerense. Esta situación generó la furia de los vecinos que le reclaman al Intendente Julio Alak un cambio de actitud y que exija en el ministerio de Seguridad más policías y patrullas para robustecer a las anémicas comisarías de Gonnet, City Bell, Villa Elisa, Ringuelet y Tolosa.
Como consecuencia de esta situación los robos violentos y los escruches en los domicilios aumentaron de forma dramática y provocaron la angustia de los vecinos que salen a trabajar y temen no encontrar nada al regreso.
Durante la madrugada, en solitario o en banda, rateros irrumpen en las propiedades para sustraer cualquier elemento con valor de reventa. Esto ocurrió en una vivienda de la Calle 502, donde un presunto roba cables se metió la noche del sábado y la del lunes.
En el video que acompaña esta nota se observa que el rastrero se movió por el barrio a la misma hora, después de las 3, y en menos de media hora escapó con pertenencias ajenas que encontró en el parque y un galpón.
En las primeras horas del lunes abandonó la propiedad con una bomba periférica, herramienta fundamental para tener agua en una zona donde el servicio de ABSA (Aguas Bonaerenses S.A) es lamentable y repudiable.
Dos días antes, a la misma hora, el sujeto llegó a pie mientras enrollaba cables que se presume había robado en una calle cercana. En pocos instantes, como si tuviera la casa marcada, ingresó al jardín luego de atravesar el cerco natural.
Tras permanecer cerca de media hora el ratero escapó con la bicicleta que la dueña de la vivienda utilizaba para llevar a la hija a la escuela.
Hasta el momento el delincuente continúa en libertad y los vecinos aguardan a que cometa un error para darle un doloroso escarmiento antes de entregarlo a la Justicia.
"Estas ratas son del barrio, a algunos los tenemos identificados y la policía los detuvo varias veces pero los jueces los liberan en 24 horas. La paciencia con esta gente (los ladrones) se agotó y hay varios vecinos que piensan en castigarlos y educarlos de manera gratuita y dolorosa", aseguró un hombre con gesto serio.
LAS MÁS LEÍDAS