19 sep 2024
Desde la tarde del domingo, quizá antes, hasta la noche del martes, los vecinos de Villa Madero fueron asediados por cuatro jóvenes rastreros que portaban armas de fuego y se movilizaban en un Peugeot 206 color gris.
Las cámaras de vigilancia instaladas por particulares en las fachadas de sus domicilios o comercios, registraron tres violentos asaltos pero hubo varios más.
El último robo del que se obtuvieron imágenes fue, con seguridad, el más salvaje y se debe describir como un intento de homicidio.
Un joven que conducía una moto y regresaba a su domicilio luego de cenar en casa de amigos, fue atropellado a toda velocidad por el Peugeot en el que se movilizaban los criminales.
El demencial ataque ocurrió el martes alrededor de las 23:15 sobre la calle Gral. Paunero al 1400, donde los violentos impactaron de frente a la víctima y lo hicieron volar por encima del capot del 206 color gris.
A continuación tres malandras descendieron con la intención de robar las pertenencias del muchacho y la moto que habían destrozado durante la colisión homicida.
El muchacho sufrió diversos golpes, en particular en la espalda y los hombros, además de la sustración de la documentación y dinero, llaves y el teléfono celular. Los vecinos que escucharon el golpe y las amenazas, se asomaron a ver lo que ocurría y fueron quienes lo auxiliaron.
En la tarde del domingo, alrededor de las 15:30, tres amigos que tomaban una gaseosa y dialogaban en la vereda, fueron sorprendidos por dos integrantes de la banda que se movilizaban en el Peugeot. Un malviviente saltó del rodado y encañonó a uno de los muchachos que no reaccionó y no pudo escapar.
El malandra le sacó la billetera y el teléfono celular, luego fue tras otro de los jóvenes que tuvo la intención de enfrentarlo cuerpo a cuerpo. El violento le enseñó el arma de fuego, lo insultó y amenazó, luego le dio varios culatazos en la cabeza pero no le robó.
Segundos después, antes de subir al auto para huir, se llevó la campera que uno de los muchachos había colgado en la rama de un árbol
Una hora después del asalto a los chicos y a 200 metros del robo al motoquero, las víctimas fueron dos jóvenes que lavaban el auto en la vereda de la calle Benito Álvarez.
El Peugeot se detuvo en medio de la calzada y el que viajaba como acompañante se abalanzó sobre el muchacho que estaba en el habitáculo pero que se le escapó a la carrera. El cómplice se sumó al ataque y le sacó el teléfono celular a la muchacha que en ese momento limpiaba la parte trasera del Renault.
A pocos metros de distancia el joven observó lo que ocurría con la novia y regresó para enfrentar a los sujetos que, sin la posibilidad de sustraer el auto, emprendieron la huida.
El mismo domingo, confirmaron los vecinos, asaltaron a una mujer sobre la calle Rivera. Una joven aseguró que el martes, en el cruce de Olavarría y La Bajada, la víctima fue su padre y los ladrones fueron los cuatro violentos que se movilizaban en el 206.
El último caso que se dio a conocer hasta el momento y se adjudica a la Banda del Peugeot, ocurrió el martes a las 12:45. Una adolescente de 17 años que salía del Colegio Nuestra Señora de Lourdes, fue abordada por dos sujetos que le intentaron robar el teléfono celular y la mochila.
La asustada chica forcejeó con los cobardes y gritó pidiendo ayuda, auxilio que recibió de la madre de otra alumna y de los obreros de una fábrica que pusieron a los ladrones en fuga.
El automóvil que tenía pedido de secuestro por robo, fue abandonado en las primeras horas del miércoles en el cruce de la Av. Gral. Paz y la calle Gral. Iriarte. Hasta el momento los delincuentes permanecen prófugos y sin identificar, aunque los vecinos afirman que los deberían buscar en el barrio porteño de Villa Lugano.
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