Exceso de confianza: dijo ser vecino, pidió varios elementos prestados y desapareció

La confianza y la solidaridad entre los individuos transitan un veloz proceso de desgaste que puede culminar en la desaparición de los buenos actos. Esta lamentable erosión es responsabilidad de sujetos como el que traicionó a los empleados de una heladería ubicada en el barrio de Barracas.

El miércoles, alrededor de las 20, ingresó al local de la Avenida Regimiento de Patricios al 500 y se presentó como un operario que realizaba arreglos en una panadería vecina.

El trabajador afirmó que reparaba una persiana y les solicitó el préstamo de una escalera plegable. Los empleados de la sucursal de Grido accedieron a colaborar, le entregaron el elemento y lo observaron cuando caminó hacia el comercio señalado.

Poco después regresó con la escalera y solicitó dos nuevos préstamos: primero una caja de herramientas y luego cinco sillas que utilizan los clientes de la heladería. Los jóvenes, que entraron en confianza con la devolución anterior, accedieron y no observaron hacia donde se dirigió.

Un rato después, al no tener noticias del presunto trabajador, corroboraron que habían sido engañados.

"Los chicos no sospecharon, cuando regresó con la escalera se ganó la confianza de los tres", le aseguró Cristina a CRONOS. "La encargada de una hamburguesería del microcentro reconoció al hombre y aseguró que hizo lo mismo en otros locales. Se dedica a esto", comentó la mujer que viralizó las imágenes para alertar a otros comerciantes.