13 ago 2024
Acostumbrados a observar miedo y resignación en las víctimas que padecen la violencia y la inseguridad enquistada en el Conurbano bonaerense, las imágenes y la actitud de una joven que sufrió un robo en un comercio de Junín, sorprendieron.
El jueves 8 de agosto, poco después de las 18:30, un hombre con el rostro cubierto por un cuello de polar y una capucha, ingresó al local ubicado en la intersección de las calles Primera Junta y Alem.
El sujeto ingresó como un cliente más pero en pocos segundos reveló que su intención era sustraer la recaudación del lugar. Amenazó a la empleada, que en el primer momento no comprendió lo que le decía, y pasó al otro lado del mostrador mientras realizaba el gesto de sacar un arma de la cintura.
La chica se encontraba sola en el comercio y durante un instante extendió los brazos en gesto de defensa, pero cambió la actitud cuando el encapuchado se abalanzó sobre el dinero de la caja registradora.
En el video que acompaña esta nota se observa la violenta lucha cuerpo a cuerpo, en la que el sorprendido delincuente recibió trompadas en la cara, que continuó con una increíble pelea y feroz forcejeo en el piso y entre mercadería tirada.
A pesar que la muchacha lo sujetó de las piernas, el delincuente logró abandonar el local y corrió por la calle Leandro N. Alem, perseguido por ocasionales testigos que escucharon los gritos de la víctima.
Momentos después varias personas se acercaron a ayudar a la joven que estaba muy nerviosa y se intentaba comunicar por teléfono con Javier, el propietario del local, que en ese momento se había sumado a la persecución del ladrón sin saber que el comercio asaltado había sido el suyo.
Los vecinos juntaron y entregaron parte del botín que el delincuente perdió en la vereda y en el salón del almacén, donde también se habría encontrado el cuchillo que escondía entre las ropas.
Algunos minutos después el sujeto fue detenido a tres cuadras del lugar del hecho, en la intersección de las calles 25 de Mayo Necochea, cuando se había escondido debajo de un auto estacionado.
Medios locales informaron que para despistar a los perseguidores y la policía que lo buscaba, el hombre había descartado el buzo blanco y las zapatillas, elementos que fueron recuperados poco después.
La valiente empleada, comunicó el dueño, sufrió un golpe en la rodilla y acabó muy asustada, pero en buen estado de salud física.
El sujeto quedó a disposición de la Justicia, prestó declaración y la fiscalía en turno lo imputó en una causa caratulada "robo agravado por el uso de arma".
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